Puntuación:
El libro ofrece una visión fascinante del ascenso del partido nazi y de Hitler, sobre todo desde la perspectiva de Otto Strasser. Aunque algunas anécdotas son entretenidas e invitan a la reflexión, la edición reseñada adolece significativamente de una mala edición y numerosos errores tipográficos.
Ventajas:Contenido interesante y atractivo sobre el partido nazi y el ascenso de Hitler, con algunas anécdotas humorísticas e impactantes que incitan a la reflexión.
Desventajas:La edición está mal editada, llena de erratas y errores, y parece haber sido mal escaneada, lo que resulta en una experiencia de lectura frustrante.
(basado en 1 opiniones de lectores)
Hitler and I
HITLER Y YO por OTTO STRASSER ÍNDICE: INTRODUCCIÓN PREFACIO A LA EDICIÓN INGLESA MI PRIMER ENCUENTRO CON HITLER LA CALDERA ALEMANA LOS CONSPIRADORES DEL BURGERBRAU HITLER ESCRIBE MM KAMPF EL HOMBRE HITLER HITLERISMO VERSUS STRASSERISMO COMBATE ABIERTO A TRAVÉS DE LA TRAICIÓN AL PODER LA GESTAPO PISÁNDOME LOS TALONES EL BAÑO DE SANGRE ALEMÁN HITLER, MAESTRO DE EUROPA EL FUTURO CONTRA HITLER PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLÉS EN la madrugada del 9 de noviembre de 1939, el mundo se sobresaltó ante la noticia de un atentado contra la vida de Hitler, con motivo de la tradicional reunión en el Burger braukeller de Munich. Los propagandistas nazis me acusaron a mí, como líder del Frente Negro, y a los servicios secretos británicos.
No merece la pena responder a tales acusaciones. El incidente tuvo otro significado: fue la señal para la apertura de la segunda fase de la guerra de Hitler. La primera fase era la campaña polaca, que Hitler y su Estado Mayor consideraban una mera acción policial, que iría acompañada de una ofensiva de paz contra las potencias occidentales.
Fue el inesperado fracaso de esta ofensiva lo que determinó a Hitler a poner fin a la guerra en Occidente con una victoria relámpago.
En esta guerra tiene un objetivo: destruir el poder de Gran Bretaña. Francia es una consideración secundaria, como Bélgica, importante sólo como punto de partida.
Pero para poner a Gran Bretaña de rodillas debía producirse un bloqueo efectivo, seguido del desembarco de tropas y coronado por una paz dictada desde el Palacio de Buckingham. La paz con Francia seguiría como consecuencia natural, y Hitler, como Emperador de Europa, habría alcanzado la primera etapa hacia la dominación mundial. Para asegurarse las bases submarinas y aéreas esenciales para este doble ataque militar y económico contra Gran Bretaña, Hitler decidió la invasión de Holanda.
No contaba con grandes desembolsos militares, y confiaba en que Bélgica se mantendría neutral, impidiendo así la ayuda efectiva de los Aliados. La invasión se planeó para el 12 de noviembre de 1939, y la explosión de Munich se organizó uno o dos días antes con el propósito de despertar a la opinión pública contra la pérfida Albión. Gracias a la diplomacia de las potencias occidentales, y en mayor medida a su propio interés, Bélgica anunció el 9 y 10 de noviembre que en caso de invasión lucharía al lado de Holanda, abriendo así el camino a la ayuda aliada a los Países Bajos.
El plan de una guerra menor tuvo que ser abandonado. En su lugar, hubo que emprender una guerra de gran envergadura, que exigió necesariamente varios meses de preparación.
El primer paso fue la invasión de Dinamarca y Noruega, para asegurar la costa oriental del Mar del Norte y proteger el norte de Alemania de una contraofensiva británica.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)