Historias de Terror de Pascua: Rescatando la Buena Nueva de Jesús

Título original:

Easter Horror Stories: Rescuing Jesus' Good News

Contenido del libro:

¡Llega la Pascua! Rescate, curación, plenitud, muerte y resurrección...

¡Salvación!

Pero, ¿qué significa la salvación, cómo funciona, para quién es y qué tiene que ver con Jesús, quienquiera que sea?

Las iglesias de todo el mundo leen historias de salvación de las Escrituras hebreas en vísperas de la Pascua, y las relacionan con historias de Jesús, especialmente su asesinato y la Resurrección.

Inevitablemente, algunos tipos de personas se salvan y otros se quedan fuera. Siempre se rescata a alguien a costa de otro.

Las historias que leemos no son tanto historias de "ama a tu prójimo" como historias de "alégrate de no ser tu prójimo".

Había ganadores y perdedores, el equipo de Dios y el otro equipo. Estos relatos presentan a Dios como un maníaco violento y genocida, y preocupan con razón a cualquiera que se deje inquietar por lo que lee en los testimonios bíblicos.

Como nuevo cristiano veinteañero, estas historias me horrorizaban, pero me sentía obligado a "creerlas", ya que formaban parte del paquete. Esperaba fervientemente que hubiera alguna misteriosa explicación divina para su manifiesta xenofobia y su control por el miedo a cuestionar la autoridad.

Con el tiempo llegué a ver que los testimonios bíblicos son una colección de argumentos sobre la naturaleza de Dios y la humanidad, no una tesis monolítica o coherente. Podemos contrastar, por ejemplo, la xenofobia de gran parte del Antiguo Testamento con los libros de Rut (donde un extranjero se convierte en antepasado de David) y Jonás (que se enfurruña cuando Dios se preocupa por los extranjeros y es severamente reprendido).

Así que ahora trabajemos durante la Cuaresma en el leccionario, para examinar con franqueza las horribles historias del Antiguo Testamento, en paralelo con las historias de Jesús que se leen en las iglesias. Veamos lo que Jesús, y los profetas hebreos que lo inspiraron, hicieron de esas historias.

Luego llegaremos al Jueves Santo, al Viernes Santo y, finalmente, al Domingo de Resurrección, preguntándonos no tanto qué fue la Resurrección, sino qué significa.