Historia potencial: Desaprender el imperialismo

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Título original:

Potential History: Unlearning Imperialism

Contenido del libro:

Un llamamiento apasionadamente urgente para que todos desaprendamos el imperialismo y reparemos el mundo violento que compartimos, de la mano de una de nuestras teóricas políticas más convincentes.

En este tour-de-force teórico, la renombrada académica Ariella A sha Azoulay nos llama a reconocer los fundamentos imperiales del conocimiento y a rechazar sus restricciones y sus muchas violencias.

Azoulay sostiene que las instituciones que conforman nuestro mundo, desde los archivos y museos hasta las ideas de soberanía y derechos humanos, pasando por la propia historia, dependen de modos de pensamiento imperiales. El imperialismo ha segmentado a las poblaciones en grupos gobernados de forma diferenciada, ha insistido continuamente en la posibilidad del progreso mientras intentaba destruir lo que había antes, y busca vorazmente lo nuevo sellando el pasado en polvorientas cajas de archivo y en las vitrinas de cristal de los museos.

Practicando lo que ella denomina historia potencial, Azoulay sostiene que aún podemos rechazar la violencia imperial original que destrozó comunidades, vidas y mundos, desde los pueblos nativos de América en el momento de la conquista hasta el Congo gobernado por el brutal rey L opold II de Bélgica, desde los palestinos desposeídos en 1948 hasta los refugiados desplazados en nuestros días. En Historia potencial, Azoulay viaja junto a compañeros históricos -un anciano palestino que se negó a abandonar su aldea en 1948, una mujer anónima en el Berlín devastado por la guerra, objetos y documentos saqueados arrancados de sus mundos y ahora albergados en archivos y museos- para trazar las formas en que el imperialismo ha tratado de ordenar el tiempo, el espacio y la política.

En lugar de buscar un nuevo futuro, Azoulay nos pide que rebobinemos la historia y desaprendamos nuestros derechos imperiales, que sigamos rechazando la violencia imperial haciendo presente lo que se inventó como "pasado" y convirtiendo la reparación de los mundos desgarrados en la sustancia de la política.