Historia del Primer Concilio de Niza: Una Convención Cristiana Mundial, 325 d.C.: Con una vida de Constantino.

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Título original:

History of the First Council of Nice: A World's Christian Convention, A.D. 325: With a Life of Constantine.

Contenido del libro:

El autor de la Historia del Primer Concilio de Niza, Dean Dudley, buscó en los anales de la historia utilizando las fuentes más eruditas y fiables disponibles para revelar exactamente cómo el cristianismo, tal y como lo conocemos hoy en día, llegó a existir. Este fue el primer gran concilio de la cristiandad, que tuvo lugar en el año 325 d.C.. La principal fuerza de control detrás de esta convención fue el emperador romano Constantino.

Constantino llegó al poder de manera despiadada, uno de los seis soberanos del Imperio Romano en el año 308 d.C. (habían sido nombrados colectivamente en 305). Sólo Constantino sobrevivió más allá de la siguiente década y sólo uno de los otros soberanos murió de muerte natural. Constantino parecía estar involucrado en la muerte de cada uno de los otros, que eran todos no cristianos. A Constantino le resultó políticamente conveniente ponerse del lado del cristianismo durante esta temprana y despiadada lucha por el poder, y las conspiraciones asesinas fueron su tema central. Tras el triunfo de Constantino, recordó o liberó a los ministros cristianos que habían sido perseguidos por sus rivales.

Con el peso de su despiadado pasado, un consejero le dijo que no había pecados tan grandes que no pudieran perdonarse en el cristianismo. Era exactamente lo que quería oír. Abrazó la fe lo suficiente como para justificar lo que había hecho y, aunque no se convirtió oficialmente, aprobó la fe en el año 313 para todo el Imperio Romano. A continuación, eliminó a parientes cercanos y familiares que pudieran desafiar su corona. El cristianismo parecía ser su" socio en el crimen". Más tarde, en el lecho de muerte de Constantino, se aseguró de convertirse oficialmente a la fe en un esfuerzo por lavar sus pecados.

El Concilio de Niza, básicamente dirigido por Constantino, aprobó algunos conceptos erróneos e inexactos que fueron aceptados por la fe, y por lo tanto abrió la puerta para que tales prácticas continuaran en años posteriores. Debemos estudiar los orígenes de nuestros problemas humanos para poder intentar resolverlos. Cristo.