Historia del Mamut de Waco: En busca de un monumento nacional

Título original:

A History of the Waco Mammoth Site: In Pursuit of a National Monument

Contenido del libro:

En paleontología hay ciertos encuentros que se consideran grandes avances. De vez en cuando se descubre un acontecimiento único que afecta de forma permanente a nuestra interpretación de toda una especie.

El yacimiento de mamuts de Waco representa uno de esos momentos históricos. A las afueras de la ciudad, se desenterraron esqueletos de mamut de una capa de tierra de tres metros, un hallazgo que desde entonces se ha considerado uno de los yacimientos de proboscídeos más importantes del mundo. El descubrimiento fue realizado en 1978 por Paul Barron y Eddie Bufkin, y las excavaciones posteriores corrieron a cargo de David Lintz, quien, junto con voluntarios del Museo Strecker de la Universidad de Baylor, llevó a cabo las investigaciones iniciales. George Naryshkin, en su tesis de licenciatura del Departamento de Geología de la Universidad de Baylor, identificó los cinco esqueletos parciales como Mammuthus columbi.

Los trabajos se interrumpieron en el yacimiento desde 1981 hasta que Calvin Smith asumió la dirección del Museo Strecker en 1983 y reabrió las excavaciones en 1984. A finales de ese año había un total de dieciséis especímenes expuestos en un grupo que se asemejaba a un rebaño agonizando a causa de un acontecimiento singular. Una conferencia de prensa organizada por el Departamento de Relaciones Públicas de Baylor suscitó un enorme interés que dio lugar a una cobertura internacional. Muchos colegas se pusieron en contacto con el museo para visitar el yacimiento. Entre ellos se encontraba el Dr. Gary Haynes, que había llevado a cabo una extensa investigación sobre elefantes tanto extintos como modernos a través de la National Geographic Society y la Smithsonian Institution. Cuando visitó el yacimiento, confirmó que contenía una manada de cría que sucumbió a un único suceso, lo que la convertía en la mayor acumulación de este tipo conocida por la comunidad científica.

En los años siguientes, el yacimiento se amplió y se descubrieron nuevos hallazgos: una hembra de cuarenta y cinco años intentando sacar a un joven de la corriente de lodo, así como el toro de la manada con un joven sobre sus colmillos, una primicia en el comportamiento de los mamuts prehistóricos.

En 2015, tras treinta y siete años de conservación y perseverancia -y mucho trabajo y apoyo de numerosas personas, especialmente del voluntario Sr. Ralph Vinson, así como de muchas otras organizaciones y entidades- y a propuesta del Servicio de Parques Nacionales, el yacimiento fue reconocido federalmente como Monumento Nacional del Mamut de Waco.