Historia de la guerra mercenaria moderna

Título original:

A History of Modern Mercenary Warfare

Contenido del libro:

Desde antes de Alejandro Magno, soldados entrenados han vendido su experiencia en los campos de batalla de todo el mundo, luchando y muriendo en guerras ajenas por dinero, gloria o ansia de violencia y combate. En este libro, Harry McCallion explora el desarrollo de las fuerzas mercenarias modernas, desde la denegable operación del SAS británico en Yemen a finales de la década de 1960, durante la cual se persuadió a los israelíes para que armaran a los miembros de las tribus yemeníes dirigidos por el SAS, pasando por las guerras de la sabana en África, la malograda intervención británica en la guerra de Afganistán hasta la actual guerra de Ucrania.

El autor conoció personalmente a muchos de los mercenarios británicos de hoy en día, entre los que destacan figuras como el legendario guerrero fiyiano del SAS Tak Takevesia, que a sus sesenta y pocos años escapó a tiros de una emboscada en Bagdad, y Fred "Big Fred" Mrafano, que se entregó a la causa del pueblo de Sierra Leona. Veterano del SAS. Bill Scully, que recibió la Medalla de la Reina a la Gallardía, protegió en solitario a 1.300 civiles de las tropas rebeldes durante el levantamiento de mayo de 1997, tras el golpe de Estado en Sierra Leona, y el comandante "Mac" Mackenzie, veterano estadounidense de Vietnam, que, aunque gravemente herido en Vietnam, pasó de soldado a comandar un escuadrón del SAS en Rodesia y fue uno de los soldados más condecorados de la unidad.

También se incluyen figuras más notorias como Costas Georgiou, también conocido por su alias de Coronel Callan, que sirvió en el 1er Batallón del Regimiento de Paracaidistas, pero fue licenciado con deshonor y condenado a cinco años de prisión por el robo de una oficina de correos. Más tarde se autoproclamó "Coronel" y dirigió un grupo de mercenarios psicópatas en la Guerra de Independencia de Angola, antes de ser capturado y ejecutado por las fuerzas angoleñas.

El libro explora las funciones de los mercenarios modernos, cuyo uso se ha extendido precisamente porque son mercenarios, luchan por dinero y no por amor a la patria, sus muertes no se consideran un sacrificio patriótico, a menudo no se denuncian y, a su vez, contribuyen a ocultar el verdadero y trágico coste humano de librar una guerra. Como declaró recientemente un antiguo contratista militar privado a la televisión australiana "Si quieres conquistar en el siglo XXI...

utilizas mercenarios, fuerzas especiales, cosas para mantener la guerra en secreto y nadie es mejor en guerras secretas que los mercenarios".