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Hijas de 1968, de Greenwald, es una exploración exhaustiva de la historia del feminismo francés, en la que se detallan sus orígenes, evolución y conexiones con las cuestiones contemporáneas de la igualdad de género. El libro ilustra eficazmente las luchas a las que se enfrentaron las mujeres y las contribuciones de las distintas voces del movimiento, lo que lo hace relevante para la lucha actual por la igualdad.
Ventajas:La redacción es precisa, fácil de seguir e invita a la reflexión. Ofrece un relato histórico detallado que invita a hacer comparaciones con las luchas actuales. El libro es accesible a los lectores que no están familiarizados con la cultura francesa, pero sigue siendo interesante para los que sí la conocen. Destaca los esfuerzos colectivos de diversas mujeres en el movimiento feminista y conecta el contexto histórico con los problemas actuales.
Desventajas:Algunos lectores pueden encontrar abrumadora la profundidad de los detalles históricos. El libro puede centrarse en gran medida en aspectos específicos del feminismo francés, lo que puede no resultar tan comprensible para quienes busquen una perspectiva más amplia y global. Además, puede que algunos deseen una mayor cobertura de figuras o movimientos menos conocidos que contribuyeron al feminismo en Francia.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Daughters of 1968: Redefining French Feminism and the Women's Liberation Movement
Hijas de 1968 es la historia del feminismo francés entre 1944 y 1981, cuando el feminismo desempeñó un papel político central en la historia de Francia. Las mujeres clave de esta época eran a menudo izquierdistas comprometidas con una crítica materialista de la sociedad y formaban parte de una tradición de posguerra que produjo un cambio social generalizado, renovando el lugar de trabajo y las leyes que regían todo, desde el aborto hasta el matrimonio.
Los sucesos de mayo de 1968 -con su adhesión al individualismo radical y al antiautoritarismo- desencadenaron una ruptura con el pasado, y el movimiento feminista se dividió en dos vertientes. Una se volvió universalista e intensamente activista, la otra particularista y menos activista, distanciándose del feminismo contemporáneo. Este debate teórico se manifestó en batallas entre mujeres y organizaciones en las calles y en los tribunales.
La historia del feminismo francés es la historia de las reivindicaciones femeninas de individualismo y ciudadanía que se habían concedido a sus homólogos masculinos, al menos en principio, en 1789. Sin embargo, las mujeres francesas se han puesto más a menudo el manto del particularismo, promoviendo sus contribuciones como madres para demostrar su valía como ciudadanas, que arrojándoselo, reclamando la igualdad absoluta. Las pocas excepciones, como Simone de Beauvoir o las activistas de los años setenta, ilustran la diversidad y las tensiones del feminismo francés, a medida que Francia pasaba de ser un país corporativista y tradicional a otro marcado por el individualismo y la modernidad.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)