Hechizo de dedos

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Título original:

Fingerspell

Contenido del libro:

Poesía. Estudios sobre la mujer.

Fingerspell es una palabra familiar para quienes utilizan el lenguaje de signos; significa una palabra para la que no existe un signo, una palabra que debe deletrearse utilizando el alfabeto ASL. Empecé a aprender el lenguaje de signos por sugerencia de los médicos de mi hija. Gracias a una prueba genética, supe al principio del embarazo que tenía trisomía 21, más conocida como síndrome de Down, una enfermedad que también la exponía a un mayor riesgo de complicaciones médicas.

Cuando nació, hubo que operarla de una atresia duodenal, le diagnosticaron hipotiroidismo y una comunicación interauricular (un orificio en el corazón). Aquellos días que siguieron a su nacimiento, su estancia en el hospital y la época de su infancia parecían iluminados por la precariedad, una intensidad que agudizaba las emociones en ambos extremos del espectro.

Sentía cada emoción como a través de un filtro vívido, sobresaturado. Estaba aprendiendo ASL, cuidando de mi hija y escribiendo estos poemas, y empecé a entender el lenguaje como algo encarnado más allá de lo vocal. Veía que lo lingüístico y lo gestual participaban en un tipo de poética que me resultaba desconocida pero profundamente satisfactoria.

Y como era nueva en el ASL, en un punto del proceso de adquisición del lenguaje preparado para la improvisación, intentando arreglármelas con mi limitado vocabulario, mi cerebro de poeta se cargaba de novedad, de nuevas formas de hablar. Me sentía bajo un hermoso hechizo.