Hawkeye: The Enthralling Autobiography of the Top-Scoring Israel Air Force Ace of Aces (La apasionante autobiografía del as de ases de las fuerzas aéreas israelíes)

Título original:

Hawkeye: The Enthralling Autobiography of the Top-Scoring Israel Air Force Ace of Aces

Contenido del libro:

Durante más de treinta años, Giora Even-Epstein pilotó cazas para las Fuerzas Aéreas de Israel, logrando el reconocimiento como aviador militar altamente cualificado y como el as de la aviación con más victorias confirmadas en el Mirage francés. Tras superar numerosos obstáculos sólo para aprender a volar, llegó a recopilar un récord de bajas en MiGs y Sukhoi árabes que superó el de cualquier otro aviador de combate en todo el mundo.

Esta trepidante autobiografía detalla sus experiencias, especialmente en los intensos conflictos de 1967, la Guerra de los Seis Días, y 1973, la Guerra del Yom Kippur. El lector comparte la cabina con él mientras describe todas las acciones que llevó a cabo con el Escuadrón nº 101, incluida la mayor batalla aérea entre aviones a reacción de la historia, con cuatro MiG-21 muertos en un solo combate. Su puntuación final fue de diecisiete victorias aéreas.

Tras su última batalla se convirtió en comandante del Primer Escuadrón de Aviones a reacción, el n.º 117, comenzó a volar de civil como piloto de El Al y finalmente pasó al escuadrón de reservistas n.º 254 Midland Squadron, que acabó comandando. Giora terminó su carrera militar con el logro de ser el piloto más veterano de la FAI en pilotar un F-16, y su carrera de vuelo como piloto de El Al, a la edad de 65 años.

Por el camino conoció a numerosas leyendas del pilotaje de cazas como Douglas Bader, Al Deere, Pierre Clostermann y Randy Cunningham. Afable y entusiasta, Giora se ganó el apodo de "Ojo de Halcón" por su asombrosa visión de más de 20/15, que le permitía detectar aviones enemigos mucho antes que sus compañeros de escuadrón.

Su historia es la dedicación inquebrantable de un hombre a sus sueños y a su país. Como principal as de la aviación a reacción, merece la pena contarla y, lo que es más importante, puede contarse con sus propias palabras.