Guía de viaje de Toulouse, Francia Medio ambiente: Guía turística

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Título original:

Toulouse Travel Guide, France Environment: Touristic Guide

Contenido del libro:

Guía turística de Toulouse, Francia Medio ambiente. Guía turística.

Aguerrida y llena de historia, la metrópoli suroccidental de Toulouse es una de las ciudades más agradables de Francia. No atrae tanta atención como París, Marsella y Lyon (las tres únicas ciudades francesas más grandes), pero no siempre es obvio por qué. Conocida como La Ville Rose, gracias a los ladrillos rosáceos que dominan gran parte de su arquitectura más antigua, es una ciudad con patrimonio medieval, una industria aeroespacial de categoría mundial y una identidad indeleblemente orgullosa.

Este orgullo regional se debe en parte a su equipo de rugby, uno de los más laureados de Europa, pero también a la gastronomía local y a una intensa escena cultural.

Cuenta con una de las universidades más importantes del país, lo que contribuye a darle un aire juvenil, pero la ciudad sigue aferrada a su pasado, con rótulos bilingües (la lengua occitana tiene sus raíces en la zona), calles adoquinadas y numerosas torres de mercaderes que se remontan a la época en que Toulouse se enriqueció con la producción de seda. Algunos de los edificios y espacios públicos del centro son preciosos.

En la gran plaza del Capitole destaca el antiguo ayuntamiento y el complejo teatral, con ocho columnas de mármol. Muy cerca, la basílica de Saint Sernin es un altísimo ejemplo de arquitectura románica y está inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Por cierto, se dice que los famosos ladrillos rosas de la ciudad proceden del barro del río Garona, que fluye al oeste del centro de la ciudad.

El Canal du Midi también atraviesa la ciudad. El Museo del Espacio da un toque más vanguardista a las atracciones turísticas de la ciudad, al igual que la inmensa fábrica de Airbus. Pero sigue siendo un lugar que se enorgullece de sus tradiciones y, como es típico en el suroeste, disfrutar de la vida se considera prioritario.

Las comidas suelen ser largas y abundantes, así que no deje de probar el cassoulet local, preferiblemente acompañado de una o dos copas de vino de Cahors.