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Russian-Soviet Unconventional Wars in the Caucasus, Central Asia, and Afghanistan
Este detallado estudio, publicado por primera vez en 1983, se ha hecho público ahora. Los rusos tienen una larga historia de guerras no convencionales.
Ciertamente desde el siglo XVIII, y más recientemente en Afganistán y Chechenia. Las primeras guerras se libraron en el Cáucaso. Los combates en esa región comenzaron en serio a principios del siglo XIX y continuaron hasta finales de la década de 1840.
A partir de entonces continuaron los disturbios en la región, con importantes levantamientos en la década de 1870 y también tras la Revolución de 1917.
Hoy en día, la región de Chechenia sigue sufriendo disturbios. Con la expansión del Imperio ruso, las fuerzas rusas dominaron la región de Chechenia y emprendieron una serie de campañas en la zona situada entre el mar Caspio y el mar de Aral.
Esto culminó con el asalto a Khiva en 1873 y las operaciones de 1880-1 en la frontera persa, para entonces el Imperio estaba en las fronteras de Persia y Afganistán. Tras la Revolución, el Ejército Rojo llevó a cabo una larga campaña en la zona al norte de la frontera con Afganistán contra la resistencia centroasiática de los basmachis. Las operaciones soviéticas comenzaron en 1918 y los últimos rumores de resistencia fueron finalmente sofocados en 1933, aunque no se produjeron combates serios después de 1924.
Los soviéticos tenían una experiencia considerable en la conducción y la lucha contra la guerra de insurgencia. Antes de la Segunda Guerra Mundial reprimían o fomentaban este tipo de guerras en sus fronteras asiáticas. En la Segunda Guerra Mundial organizó actividades detrás de la línea alemana en Rusia y apoyó la resistencia y los movimientos partisanos en Europa Central y Oriental.
Tras la Segunda Guerra Mundial tuvo que hacer frente a la resistencia en Ucrania y otras zonas de la Unión Soviética que habían sido liberadas de la ocupación alemana. Desde la Segunda Guerra Mundial alentó, suministró y entrenó a numerosos participantes en guerras insurgentes, desde las de gran escala, como Vietnam, hasta las insignificantes.
En 1979, tras la intervención militar soviética en Kabul, el Ejército Rojo se permitió involucrarse en una guerra imposible de ganar. Y ello a pesar de la experiencia soviética en este tipo de combates, que se remontaba a la Revolución. Además, su conducción de las operaciones demostró su incapacidad para comprender cómo debía librarse una guerra de este tipo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)