Gotha Aircraft: Del bombardero de Londres al caza a reacción de ala volante

Opiniones de los lectores

El libro ofrece una visión completa de los aviones Gotha desde 1913 hasta 1945, con numerosas fotografías y un buen contexto histórico del fabricante. Sin embargo, carece de detalles operativos y podría mejorar en ciertos aspectos como el formato y la calidad de producción.

⬤ Cubre todos los aviones Gotha con imágenes
⬤ fácil de leer
⬤ bien ilustrado
⬤ proporciona una buena visión histórica de la compañía
⬤ muy recomendable por su riqueza en imágenes.

⬤ No incluye detalles operativos de las misiones
⬤ podría ofrecer más detalles de producción
⬤ el formato y la calidad de las imágenes y el papel podrían ser mejores
⬤ la tapa dura es cara.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

Gotha Aircraft: From the London Bomber to the Flying Wing Jet Fighter

Contenido del libro:

La Gothaer Waggonfabrik (GWF), originalmente un fabricante alemán de vehículos ferroviarios, entró en la industria aeronáutica en 1913. El impulsor de este importante cambio en la producción de este pequeño ducado de Turingia, en el centro de Alemania, fue un miembro de la familia real británica.

Los aviones Gotha consiguieron hacerse un nombre a escala internacional. Al igual que «Fokker» en relación con los aviones de combate, el nombre «Gotha» es sinónimo de los aviones bombarderos alemanes de la Gran Guerra. Incluso hidroaviones de éxito y el primer avión asimétrico del mundo formaron parte de la producción de GWF en esta época, y perduraron hasta que el Tratado de Versalles de posguerra obligó a abandonar la producción de aviones.

No volvieron a construirse aviones en Gotha hasta 1933. La GWF consiguió contratos de desarrollo para la Luftwaffe, pero se trataba básicamente de asuntos secundarios y no de la lucrativa construcción en serie.

En 1939, un récord mundial de altitud en el avión deportivo Gotha Go 150 proporcionó a GWF un pequeño hito, aunque de importancia internacional. Durante la guerra, la GWF desarrolló planeadores de carga y, bajo licencia, construyó el Messerschmitt Bf 110.

En 1945 Gotha debía emprender la producción en serie del caza de ala volante Horten Ho 229 e incluso diseñó su sucesor más radical. En 1954 finalizó definitivamente la construcción de aviones y, una vez más, la producción consistió en planeadores y se creó un último diseño propio.