Gobernanza de la supervivencia: Energía y clima en el siglo chino

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Título original:

Survival Governance: Energy and Climate in the Chinese Century

Contenido del libro:

Para hacer frente a la crisis climática necesitamos un nuevo paradigma de desarrollo tecnológico y social orientado a la restauración de los sistemas ecológicos -el paradigma energético biodigital- y China es la potencia mundial mejor posicionada para liderar este cambio.

La crisis climática y energética requiere un Estado fuerte que cambie la dirección, la velocidad y la escala de la innovación en el capitalismo mundial. Sólo hay unos pocos contendientes posibles para catalizar esta gobernanza de la supervivencia: China, la Unión Europea, India y Estados Unidos. Aunque China es un líder improbable -y de hecho es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo-, Peter Drahos explica en Survival Governance por qué este Estado autoritario tiene en realidad más probabilidades de aplicar un cambio sistémico con rapidez y eficacia que cualquier otra potencia. Basándose en más de 250 entrevistas, realizadas en 17 países -entre ellos los cuatro mayores emisores de carbono del mundo-, Drahos muestra lo que China está haciendo para que su vasta red urbana sea sostenible y por qué todos los Estados deben trabajar hacia un paradigma energético biodigital basado en una red de innovación globalizada y basada en las ciudades.

Como explica Drahos, Estados Unidos es incapaz de reducir el poder de su industria de combustibles fósiles. Por su parte, el planteamiento de la Unión Europea es demasiado incremental y ralentizado por complejas negociaciones internas para abordar una crisis que exige una respuesta rápida. La capacidad de la India para ser líder mundial en innovación energética es cuestionable. Sin duda, China también se enfrenta a obstáculos. Su sistema industrial basado en el carbón es enorme, y Estados Unidos, preocupado por perder superioridad tecnológica, intenta frenar el desarrollo chino. Aun así, China está urbanizando la innovación a una escala sin precedentes históricos, construyendo ecociudades, ciudades de hidrógeno, ciudades bosque y ciudades esponja (diseñadas para hacer frente a las inundaciones). Esto tiene el potencial de llevar a las ciudades a una nueva relación con los ecosistemas que las rodean. China -dado el tamaño de su economía y la capacidad del gobierno central para dictar cambios políticos profundos- es, a pesar de todos sus defectos, actualmente nuestra mejor esperanza para aplicar el tipo de revisión política que puede empezar a frenar el cambio climático.