George Yeo sobre los bonsáis, los banianos y el Tao

Título original:

George Yeo on Bonsai, Banyan and the Tao

Contenido del libro:

Desde sus tiempos de estudiante en Cambridge, George Yeo ha hablado y escrito mucho dentro y fuera del Gobierno. Muchos recuerdan las cosas que dijo o escribió hace años.

Este libro es una recopilación de algunos de sus mejores discursos y escritos, seleccionados por Asad Latif y Lee Huay Leng en consulta con él. El libro tiene un título bastante inusual porque George Yeo tiene muchos aspectos que lo hacen difícil de clasificar. Como líder estudiantil, era radical pero conciliador.

En las Fuerzas Armadas de Singapur fue atípico: pasó del Ejército al Ejército del Aire antes de convertirse en Director de Operaciones Conjuntas y Planificación.

En política, es recordado con cariño por artistas, periodistas, médicos, empresarios y diplomáticos extranjeros, y por sus colegas y electores. Su propio personal decía que tenía una mente curiosa.

Se quejaban de que rara vez utilizaba los borradores que le preparaban. George Yeo se describe a sí mismo como taoísta, aunque es católico romano y ahora forma parte del personal papal. A los budistas les sorprende que defendiera el renacimiento de la Universidad de Nalanda como proyecto internacional.

Se mantiene cercano a singapurenses de diferentes razas y religiones, aunque tiene un profundo sentido de sus propias raíces ancestrales y de su religión. En política, se le ha descrito tanto como liberal como conservador. En su discurso inaugural en el Parlamento, habló de la importancia de la democracia, pero ha repetido muchas veces que la democracia es sólo un medio y no un fin en sí misma.

Tiene un gran interés por la historia, lo que explica en parte que viera el resurgimiento de China e India antes que la mayoría de los demás. El bonsái y el baniano son metáforas que utiliza para Singapur.

Singapur es una ciudad-estado y nunca debe tener una visión exagerada de sí misma. El bonsái describe a Singapur modestamente, pero añade que el bonsái puede ser intensamente interesante y valioso. El baniano da sombra y lo agradecemos, pero demasiado nos debilita.

En cuanto al Tao, quizá sea lo que da unidad a sus múltiples intereses.

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