Genius Beasts, The & Este mundo es tabú

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Título original:

Genius Beasts, The & This World is Taboo

Contenido del libro:

Armchair Fiction presenta ediciones extragrandes de novelas dobles clásicas de ciencia ficción. La primera novela, «Las bestias geniales», es un relato terrorífico del maestro de la ciencia ficción Frederik Pohl.

Fueron llevados a Ganímedes. Para Nick y sus amigos había empezado como un simple viaje por mar en un crucero con camarote. Sin embargo, en poco tiempo una enorme tormenta oceánica convirtió su viaje en un desastre; y cuando se toparon con un grupo de extraños seres alienígenas del espacio exterior, el desastre se transformó en un asombroso caso de secuestro interplanetario.

¿Qué secreto se ocultaba tras este extraordinario secuestro y qué inteligencia había detrás? Pronto Nick y sus compañeros se encontraron en compañía de una extraña mujer en un mundo aún más extraño: Ganímedes.

Y la mujer, que parecía conocer todas las respuestas, no podía -o no quería- contar lo que sabía. Rodeados de extrañas criaturas, los tres terrícolas se encontraron en la nada envidiable situación de averiguar quién, o qué, había ordenado su secuestro, y lo más importante...

¿por qué razón? La segunda novela es «Este mundo es tabú», de otro reconocido autor de ciencia ficción, Murray Leinster. El miedo se apoderó de los cohetes... Aquel bastión de los médicos espaciales interplanetarios, el Servicio Médico Interestelar, era casi la única organización galáctica que quedaba y que los cientos de planetas habitados aún respetaban.

Así que cuando su servicio se averió en el lejano Sector Estelar Doce, pronto se creó la más peligrosa de las situaciones. Cuando Calhoun sacó su nave Med de la sobrecarga cerca del planeta de ese sector, Weald, sólo era vagamente consciente de los riesgos. Pero la crisis le llegó con estrépito en el momento en que pidió por radio las coordenadas de aterrizaje...

«¡Contaminación! Movilización total. ¡Alerta roja! ¡Muerte a los pieles azules! «Tal era la naturaleza de sus saludos.

Y empezó a parecer un caso de nerviosismo cósmico que sólo la cirugía orbital más drástica podría curar.