Gateway State: Hawai y la transformación cultural del imperio americano

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Título original:

Gateway State: Hawai'i and the Cultural Transformation of American Empire

Contenido del libro:

Cómo Hawai se convirtió en un emblema del multiculturalismo durante su camino hacia la condición de Estado a mediados del siglo XX.

Gateway State explora el desarrollo de Hawai como modelo de multiculturalismo liberal y herramienta del poder global estadounidense en la era de la descolonización. La creación del Estado de Hawai en 1959 marcó un antes y un después, no sólo en la forma en que los estadounidenses definían el papel de su nación en la escena internacional, sino también en la forma en que entendían los problemas de las diferencias sociales en su propio país. La notable transición de Hawai de territorio a estado anunció la aparición del multiculturalismo de posguerra, que fue una respuesta tanto a los movimientos independentistas en el extranjero como a los límites de los derechos civiles en Estados Unidos.

Antaño una colonia de ultramar racialmente problemática, en la década de 1960 Hawai había pasado a simbolizar la Nueva Frontera de John F. Kennedy. Se trataba de una idea más inclusiva de quién se consideraba estadounidense en casa y qué zonas del mundo se consideraban dentro de la esfera de influencia de Estados Unidos. Los defensores de la estadidad argumentaban que Hawai y su población mayoritariamente asiática podían servir de puente con el Asia de la Guerra Fría y de escaparate mundial de la democracia estadounidense y la armonía racial. Tras la independencia, los líderes empresariales y políticos se esforzaron por institucionalizar y vender este ideal aprovechando la diversidad de Hawai. Los estadounidenses de origen asiático de Hawai nunca perdieron la percepción de su conexión con Asia. Por el contrario, su diferencia étnica se convirtió en un recurso comercializable para ayudar a otros estadounidenses a navegar por un mundo en descolonización.

A medida que disminuía el entusiasmo por la estadidad, la visión utópica de Hawai se desmoronaba, revelando cómo la desigualdad racial y el imperialismo estadounidense seguían dando forma al quincuagésimo estado y provocando una reacción contra las instituciones de las islas dominadas por los blancos.