Gallineta nórdica

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Título original:

Redfish

Contenido del libro:

Rulon Hurt no cree que la Tierra vaya a acabar por el impacto de un asteroide, pero su esposa suiza, Yohaba, no está de acuerdo. Lo mismo piensa su abuelo, Leonard Steenberg, antiguo director del CERN.

Uno ochenta y dos Elsa tiene forma de patata, una patata de 27 millas de ancho y llena de numerosos cráteres, restos de impactos de otros asteroides más pequeños. Elsa se originó hace varios miles de millones de años, en los albores del sistema solar, como un miembro indescriptible del cinturón principal de asteroides entre Júpiter y Marte. Más o menos en la época en que Alejandro Magno conquistaba Persia, Elsa fue golpeado lateralmente por un asteroide mayor, perdió parte de su masa, pero continuó precipitándose por el vacío del espacio, esta vez en una trayectoria orbital diferente que le hará colisionar con la Tierra justo al sur de Ginebra (Suiza) el 13 de abril de 2029.

Su masa de 27 millas de ancho moviéndose a 30.000 mph atravesará la atmósfera terrestre de 60 millas de espesor en poco más de un segundo y destruirá la tierra. El impacto liberará la energía equivalente a 200 billones de toneladas de TNT. Incluso si aterriza en la Fosa de las Marianas, de 9,8 km de profundidad, perforará la corteza terrestre. El terremoto resultante derribará todas las estructuras del planeta. Todos los océanos hervirán. La atmósfera se incendiará. Todo morirá.

Poco antes de su muerte, Albert Einstein predijo que esto ocurriría, incluso hasta la fecha exacta, pero sólo tuvo tiempo de confiar su descubrimiento y su propuesta de solución a sus tres brillantes protegidos. El más joven de ellos, Leonard Steenberg, aún vive, y ha dedicado su vida a cumplir la última y más grande misión de Einstein.

El problema es que la humanidad no quiere ser salvada.