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2020 Presidential Election Fraud: Evidence of Treason
Tras las elecciones de 2016, Estados Unidos soportó tres años de investigaciones exhaustivas e incesantes, análisis febriles y, finalmente, audiencias de destitución, todo ello basado en la afirmación de que, de alguna manera, Rusia "pirateó" las elecciones. El gobierno estadounidense gastó decenas de millones de dólares.
Persiguió casi todas las acusaciones. Tuvo un acceso prácticamente ilimitado (y a veces ilegal) a información pública, gubernamental y privada... y se encontró con las manos vacías.
El único lugar en el que no buscó el supuesto "hackeo" ruso fue en los únicos sistemas que podrían haber sido "hackeados": las máquinas electrónicas de votación, imagen y tabulación en las que se llevaron a cabo las elecciones y el software que las controla. La historia de las elecciones de 2020 es muy parecida. A pesar de los miles de informes de ciudadanos y declaraciones juradas firmadas que atestiguan irregularidades significativas y al menos una auditoría forense de un sistema de votación electrónica que afirma que fue -de hecho- "hackeado", los Secretarios de Estado de todo el país han negado repetidamente a los ciudadanos su derecho legal a observar, impugnar y auditar las elecciones.
Un verdadero "hackeo" sólo puede identificarse analizando el funcionamiento del sistema de votación, empezando por las máquinas, el software y los datos que genera, incluidas las papeletas y los sobres de votación, las listas de votantes y los registros de adjudicación, así como las personas que tuvieron acceso a los sistemas mientras estaban en funcionamiento. Este informe examina los cambios de última hora en el proceso electoral en los estados en disputa y la magnitud del fraude resultante que los cambios fueron diseñados para facilitar. También examina la situación de las impugnaciones legales, en las que los jueces han desestimado los casos antes de escuchar las pruebas, y cómo tanto los tribunales como los funcionarios electorales han denegado el acceso a los únicos sistemas que pueden ser "pirateados": los sistemas de votación electrónica.
No debería sorprender que un 47% de los estadounidenses crea que el fraude electoral cambió el resultado de las elecciones de 2020. Entienden que algo falla.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)