Frank Sinatra: el narcisista pendular

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Título original:

Frank Sinatra: The Swinging Narcissist

Contenido del libro:

Cuando nos referimos a Sinatra como narcisista, queremos decir que se sentía como alguien superior, merecedor de un trato especial y que requería una admiración excesiva. Además, tendía a ser ajeno a los sentimientos de los demás y tenía un fuerte sentido del derecho. La etiqueta de narcisista puede atribuirse a muchas personas, pero sería preferible considerarla como un tipo de personalidad que puede ser productiva o improductiva. Los productivos son los que se sienten impulsados a estar a la altura de su potencial. Quieren cambiar el mundo o, en el caso de Sinatra, quieren cambiar el panorama de la canción popular.

Estaba impulsado a seguir su propio ritmo y Sinatra, el narcisista se entrenó a sí mismo desde una edad temprana para bloquear otras voces, otras opiniones, por lo que una de las pocas voces en las que confiaba era la suya propia. Utilizo el término «productivo» para indicar que fue capaz de utilizar sus poderes y darse cuenta de las capacidades inherentes a él. Fue su productividad lo que le empujó a desarrollar todo su potencial. Era un pensador independiente que actuaba desde la libertad, incluso cuando eso significaba asumir grandes riesgos. Y le motivaba la visión de aportar algo novedoso a la interpretación del canto popular. Utilizó todo lo que pudo, incluidos los compositores, letristas y arreglistas más destacados, para poner en práctica su visión, aprendiendo todo lo posible por el camino. Sabía exactamente quién estaba con él y quién contra él.

Estaba apasionadamente comprometido con una misión y, a su vez, comprometía a los demás. La visión es la clave para entender al narcisista productivo. Una vez que Sinatra encontró su propósito, éste cristalizó sus puntos fuertes. Su pasión se encendió, dando vida a sus talentos y habilidades. Persiguió su visión con una sobreabundancia de energía y determinación. Nada podía interponerse en su camino. También ejercía una innegable atracción emocional sobre los demás. El mundo estaba fascinado con su vida y se le consideraba un gran encanto. Alguien capaz de incendiar el mundo. Esta es la parte que lo caracterizaría como un «narcisista oscilante». Su vida era tan excitante y vibrante que resultaba cautivadora y fascinante.