Fortalezas alienígenas en la Tierra: Las Bases Secretas OVNI Existen A Nuestro Alrededor

Título original:

Alien Strongholds on Earth: Secret UFO Bases Exist All Around Us

Contenido del libro:

LAS BASES ALIENÍGENAS EXISTEN A NUESTRO ALREDEDOR.

SUS OCUPANTES ACECHAN EN LA OSCURIDAD DEL MUNDO DE LAS SOMBRAS.

ÉSTAS SON LAS FORTALEZAS DE LOS ULTRATERRESTRES, LAS MISTERIOSAS MORADAS DESDE LAS QUE ATERRORIZAN Y ATORMENTAN A SUS PRESAS HUMANAS... ADEMÁS DE OFRECER AMISTAD Y CONSEJO DE VEZ EN CUANDO.

Hay pruebas de que ETs de aspecto humano pueden estar viviendo justo al lado de tu casa, escondidos en alguna base de operaciones aislada. Se les ha visto salir de una nave aterrizada y luego se les ha observado en la cola de la caja del supermercado local al día siguiente. Si se les "descubre" y se les sigue hasta el aparcamiento, a pocos metros de distancia, se les ve desvanecerse ante los ojos de los atónitos testigos.

Se cree que algunos bastiones OVNI se encuentran en lo alto de las montañas, como el Monte Shasta, el Monte Olimpo, en los puntos más altos de los Andes y alrededor de las rocas rojas de Sedona, Arizona.

Otras bases ET se encuentran en las selvas de México y a lo largo del Amazonas. Otras requieren equipos de buceo y sonar para localizar el mundo acuático de los extraterrestres. Otras bases están "escondidas" a plena vista. Pueden estar en lo que parecen ser edificios abandonados. O castillos o mansiones apartados que pueden albergar un campamento considerable de ultraterrestres. Podrían estar ocultas a lo largo de oscuros senderos que conducen a las tierras pantanosas de América, o en las zonas despobladas del interior de Australia. Se cree que una de las bases alienígenas más ocultas se encuentra a menos de sesenta kilómetros de la Casa Blanca.

Durante décadas hemos recogido multitud de informes que nos han llegado, regulando algunos a la papelera por carecer de credibilidad. Otros permanecen en nuestra "cesta gris", porque aún no han sido probados ni refutados, mientras que los restantes podrían conducirnos a algunos descubrimientos bien merecidos si logramos entrar por la puerta estelar que se alza en el extremo oscuro del ocaso.

Se cree -y estamos buscando pruebas concretas- que al menos algunos de los investigadores que han ido en busca de "guaridas" alienígenas nunca han regresado para dar cuenta de lo que encontraron. Tal sería el caso de Raymond Bernard, que se adentró en las selvas de Brasil en busca de una base alienígena en una caverna. El intrépido explorador podría haber sido secuestrado por los reptilianos o por el "Dero" de Richard Shaver, que quieren mantenerse bien apartados de las miradas indiscretas de la raza humana. Otros, más afortunados, han regresado para compartir sus experiencias positivas con amigos y asociados.

Le invitamos a unirse a nuestra búsqueda de la verdad emergente sobre tales asuntos cósmicos potencialmente catastróficos. ¿Quién sabe? Tal vez la próxima fortaleza alienígena que se descubra pueda estar a sólo unas manzanas de distancia o al final de la carretera, justo en su propio vecindario. Así que mantén los ojos bien abiertos, porque sería una revelación que cambiaría el mundo, que no sólo aparecería en las noticias de la noche, sino que nos haría reescribir la historia de la humanidad. Los puntos de apoyo de los ultraterrestres en nuestro plano terrestre son numerosos, y este libro ofrece una mirada única a algunas de estas fortalezas alienígenas.