Forma, suelo, sombra: las fotografías de Ellsworth Kelly

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Título original:

Shape, Ground, Shadow: The Photographs of Ellsworth Kelly

Contenido del libro:

Una publicación histórica con 60 fotografías de toda la carrera de Ellsworth Kelly, uno de los artistas más venerados de los últimos 100 años.

Se trata de la primera exposición de un museo dedicada exclusivamente a las fotografías de Ellsworth Kelly, y este volumen de bello diseño presenta cada una de las fotografías de la esclarecedora presentación del Museo de Arte de Santa Bárbara de este aspecto menos conocido del arte de Kelly. A partir de finales de la década de 1940, Kelly creó un arte abstracto que marcó una época, basado en muchos tipos de fenómenos visuales que percibía a su alrededor. Las fotografías de Kelly, realizadas en gran parte para sí mismo, registran estos descubrimientos en imágenes de la naturaleza y la arquitectura de composición rigurosa que a menudo reverberan con una luz solar y unas sombras sorprendentes.

Por muy parecidas que parezcan, Kelly no basó sus pinturas, esculturas y obras sobre papel en sus fotografías. Para Kelly, la cámara era una herramienta artística más que utilizaba para transcribir brillantemente su entorno vital en un arte que, por abstracto que fuera, siempre resonaba con sus experiencias subjetivas de mundos reales y cotidianos.

La rica fascinación sensorial de Kelly por esos mundos, desde las sombras en una escalera junto a la playa hasta la curva de una ladera nevada, recorre este hermoso libro. Tanto para los que conocen al artista como para los que son nuevos en él, estas fotografías ofrecen una oportunidad vívida y directa de ver el ojo y la mente de Ellsworth Kelly en acción, a diferencia de cualquier otro género en el que haya trabajado este innovador artista.

Nacido en Newburgh, Nueva York, Ellsworth Kelly (1923-2015) sirvió en Francia en el Ejército Fantasma de la II Guerra Mundial, se graduó en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston y regresó a Francia entre 1948 y 1954. Durante las siete décadas siguientes, de vuelta en Nueva York y luego en el norte del estado, Kelly produjo una obra de arte sin concesiones que sentó nuevas bases sobre las posibilidades del arte abstracto en el siglo XX. Su obra ha sido objeto de numerosas retrospectivas en todo el mundo y está representada en prácticamente todos los grandes museos nacionales e internacionales.