De 2007 a 2012, casi el cinco por ciento de los adultos estadounidenses -alrededor de diez millones de personas- perdieron sus casas porque no podían hacer frente a los pagos de la hipoteca.
La magnitud de esta crisis hipotecaria no tiene precedentes, y aún no ha terminado. Las ejecuciones hipotecarias siguen desplazando cada año a más propietarios estadounidenses que en ningún otro momento del siglo XXI.
La desposesión y el desplazamiento forzoso de las familias estadounidenses afectan a su salud, su éxito educativo y su acceso al empleo. Sigue bloqueando cualquier recuperación real en las comunidades más afectadas. Aunque ahora sabemos mucho sobre cómo afectó esta crisis a la economía global, todavía sabemos muy poco sobre cómo afectó a las personas que perdieron sus hogares.
Foreclosed America ofrece el primer retrato representativo de esas personas: quiénes son, cómo y dónde viven tras perder sus casas, y qué tienen que decir sobre sus finanzas, sus barrios y la política estadounidense. Es un retrato aleccionador de los estadounidenses con mala suerte y de una crisis que está poniendo a prueba la democracia estadounidense.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)