Foch: Comandante Supremo Aliado en la Gran Guerra

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Título original:

Foch: Supreme Allied Commander in the Great War

Contenido del libro:

Ferdinand Foch es el prototipo del general del siglo XX. Mejor que ningún otro general de la Primera Guerra Mundial, Foch llegó a comprender cómo la tecnología y los modernos sistemas de alianzas habían cambiado la naturaleza de la guerra.

Es famoso sobre todo por su papel como comandante en jefe de los Aliados en 1918. En este puesto, sin parangón en la historia de la guerra, Foch unió los esfuerzos bélicos dispares de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia y Bélgica. Luchando ahora como un todo más coherente, los Aliados rechazaron las ofensivas alemanas de la primavera de 1918 y volvieron al ataque en el verano.

En este papel, Foch prefiguró las funciones similares desempeñadas por otros comandantes de grandes coaliciones, como Dwight Eisenhower en la Segunda Guerra Mundial y Norman Schwarzkopf en la Tormenta del Desierto. El otro legado importante de Foch es su disputa pública con el primer ministro francés Georges Clemenceau durante el armisticio y las negociaciones de paz.

Foch defendió firmemente la creación de cabezas de puente aliadas a través del río Rin para garantizar que una Francia menos poblada y menos industrializada pudiera derrotar a una Alemania vengativa en el futuro si fuera necesario. Sus rencillas públicas con Clemenceau, que no compartía la opinión de Foch ni le interesaban sus injerencias, dejaron a la Tercera República Francesa con una crisis cívico-militar tan amenazadora como aquella con la que comenzó la Primera Guerra Mundial. El legado de Foch es tanto positivo como negativo, pero dejó un profundo impacto en el siglo XX.

Michael S. Neiberg analiza magistralmente a este hombre complejo y ofrece una sólida visión de la historia política francesa en el marco de la primera guerra industrializada del siglo XX.