Florencia: Un mapa de percepciones

Título original:

Florence: A Map of Perceptions

Contenido del libro:

Han pasado muchos años desde que el arquitecto Andrea Ponsi se instaló en Florencia, y aún siente que no comprende del todo esta misteriosa ciudad. Sin embargo, la forma en que Florencia elude la comprensión puede ser una oportunidad para seguir buscando, para seguir explorando. La Florencia de Ponsi es infinitamente sugerente. Su recorrido por la ciudad es un continuo cambio de luz y perspectiva, de asombrosa simetría y una asimetría aún más convincente, de transiciones repentinas de calles bulliciosas al silencio más perfecto.

Aunque Ponsi se detiene en lugares tan célebres como la Piazza Santa Croce, el Ponte Vecchio y el Duomo, el libro es una visión decididamente personal de Florencia. El autor observa la geometría recurrente de la ciudad -los patios cuadrados, las agujas triangulares, las placas y pilares octogonales- y se maravilla ante una habitación casi demasiado grande para llamarla habitación. Contempla la ciudad desde varias terrazas y compara la extensión de tejados ascendentes y descendentes con las olas del océano. Florencia es un laberinto, con una densidad medieval que sólo se alivia con las repentinas vistas del cielo enmarcadas por sus plazas. Ponsi nos muestra una intersección de seis calles y reflexiona sobre la abundancia de ángulos agudos, tanto en el interior como en el exterior, en esta ciudad de infinitas esquinas.

En Florencia, los seres humanos y los edificios se mezclan. El autor equipara los cortes de pelo y los cambios de ropa con las nuevas capas de pintura y los trabajos de alicatado, y contempla el modo en que una mano humana, tanteando una manzana, añade pátina a una pared de estuco. Ponsi ve la propia ciudad como un cuerpo vivo, por cuyas venas corren sus habitantes.

Esta es la forma en que soñamos que un arquitecto podría hablarnos, comunicando plenamente su pasión. La prosa elegante y concisa del libro, así como su equilibrio entre lo cívico y lo intensamente personal, recuerdan al Calvino de Marcovaldo y Ciudades invisibles. El texto va acompañado de acuarelas y bocetos de Ponsi, sobrios pero evocadores, que, al igual que sus palabras, buscan contemplar más que precisar. Este tributo lírico es tanto una oda al arte perdido de la contemplación como a Florencia, una ciudad donde cada momento es diferente de los demás.