Flor aplastada: ocho mujeres y sus historias sobre la prostitución forzada japonesa

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Título original:

Crushed Flower: Eight Women and their Stories about Japanese forced Prostitution

Contenido del libro:

Toda mujer que ha sufrido abusos sexuales siente dolor no sólo en sentido físico, sino que también sufre profundas heridas psicológicas. Hoy en día, las víctimas de violación pueden ser tratadas por especialistas médicos y/o psicológicos, y la mayoría de las veces no tienen que ocultar lo que les ha ocurrido.

Sin embargo, en la época de la expansión japonesa en China, en los años 30, y durante la Segunda Guerra Mundial, la atención psicológica aún no estaba tan desarrollada como ahora. En esa época se produjeron graves violaciones de los derechos humanos y de la dignidad humana. El dolor causado por la prostitución forzada japonesa en el siglo XX, que implicaba abusos sexuales continuos, día tras día, mes tras mes, e incluso año tras año, ha destruido por completo la vida de innumerables mujeres del Sudeste Asiático.

No fue hasta 1993 cuando la primera víctima hizo pública su historia.

Tras su revelación inicial, otras víctimas empezaron a contar sus propias verdades. Sin embargo, el silencio sobre este asunto ha durado casi 50 años, y los japoneses han utilizado este largo silencio como palanca para negar el asunto en su totalidad, hasta el día de hoy.

Ocho víctimas holandesas de la prostitución forzada japonesa y/o sus familiares dieron permiso a Marguerite para documentar sus experiencias en este libro. Que los derechos humanos universales sean respetados para siempre por todos, en todas partes, y hacia todos. AutoraDe 1998 a 2002, Marguerite Hamer-Monod de Froideville fue confidente de las víctimas neerlandesas de la prostitución forzada japonesa.

También fue presidenta del Comité de Ejecución del Proyecto en los Países Bajos (PICN). Esta fundación puso en marcha el llamado "Proyecto de Mejora de la Vida" en beneficio de las antiguas "Comfort Girls" holandesas. El Proyecto de Mejora de la Vida fue fundado en los Países Bajos por la Japanese Asian Women's Fund.

Marguerite Hamer mantuvo un intenso y duradero vínculo de amistad con algunas de estas mujeres.