Puntuación:
Flatland es una novela clásica de Edwin A. Abbott en la que se mezclan la sátira, las matemáticas y la filosofía para explorar las limitaciones de la comprensión de la dimensionalidad. Ambientada en un mundo bidimensional, critica las normas de la sociedad victoriana, en particular las relativas a la clase social y el sexo. La exploración de la historia se vuelve más dinámica a medida que introduce dimensiones superiores, ofreciendo profundas ideas sobre la existencia y la percepción.
Ventajas:Los lectores aprecian la inteligente sátira de la sociedad victoriana, la imaginativa exploración de las dimensiones y la singular perspectiva de los conceptos matemáticos. Muchos consideran que el libro invita a la reflexión, es perspicaz y, a menudo, humorístico, con un fuerte comentario social que sigue siendo relevante hoy en día. Se elogia su capacidad para suscitar el pensamiento crítico y ampliar las perspectivas, lo que lo convierte en una lectura esclarecedora tanto para los aficionados a las matemáticas como para los lectores en general.
Desventajas:Algunos críticos opinan que el lento comienzo del libro, la pesada exposición y la larga preparación restan interés, dando la sensación de ser tedioso o más largo de lo debido. La representación de los roles de género ha sido criticada por anticuada y potencialmente misógina, lo que incomoda a algunos lectores modernos. También se ha afirmado que, como relato, carece de elementos narrativos sólidos y que algunas secciones parecen un volcado de información.
(basado en 1094 opiniones de lectores)
Flatland: A Romance of Many Dimensions, by a Square, with Illustration by the Author
Llamo a nuestro mundo Tierra Plana, no porque nosotros lo llamemos así, sino para hacer más clara su naturaleza a ustedes, mis felices lectores, que tienen el privilegio de vivir en el Espacio. Imaginad una vasta hoja de papel en la que Líneas rectas, Triángulos, Cuadrados, Pentágonos, Hexágonos y otras figuras, en lugar de permanecer fijas en sus lugares, se mueven libremente, sobre o en la superficie, pero sin el poder de elevarse por encima o hundirse por debajo de ella, muy parecidas a sombras -sólo que duras con bordes luminosos- y tendréis entonces una noción bastante correcta de mi país y mis compatriotas. Ay, hace unos años hubiera dicho "mi universo": "pero ahora mi mente se ha abierto a una visión más elevada de las cosas. En un país así, usted percibirá enseguida que es imposible que exista nada de lo que usted llama "sólido".
Pero me atrevo a decir que supondréis que al menos podríamos distinguir a simple vista los triángulos, cuadrados y otras figuras que se mueven tal como las he descrito. Por el contrario, no podíamos ver nada de eso, al menos como para distinguir una figura de otra. Nada era visible, ni podía ser visible para nosotros, excepto las líneas rectas.
Y la necesidad de esto la demostraré rápidamente. Colocad un penique en el centro de una de vuestras mesas en el espacio.
E inclinándote sobre él, míralo hacia abajo. Parecerá un círculo. Pero ahora, retrocediendo hasta el borde de la mesa, bajad gradualmente el ojo (poniéndoos así cada vez más en la condición de los habitantes de la Tierra Plana), y veréis que el penique se vuelve cada vez más ovalado a vuestra vista, y por fin, cuando hayáis colocado el ojo exactamente en el borde de la mesa (de modo que seáis, por así decirlo, realmente un habitante de la Tierra Plana), el penique habrá dejado de parecer ovalado en absoluto, y se habrá convertido, por lo que podéis ver, en una línea recta. Lo mismo sucedería si tratáramos de la misma manera un triángulo, un cuadrado o cualquier otra figura recortada en cartulina. En cuanto la miréis con el ojo en el borde de la mesa, veréis que deja de pareceros una figura y se convierte en apariencia en una línea recta. Tomemos por ejemplo un Triángulo equilátero, que representa para nosotros a un Comerciante de la clase respetable. La figura 1 representa al comerciante tal como lo veríais si os inclinarais sobre él desde arriba.
Las figuras 2 y 3 representan al comerciante tal como lo veríais si vuestros ojos estuvieran cerca del nivel, o casi en el nivel de la mesa.
Y si tu ojo estuviera al nivel de la mesa (y así es como lo vemos en Flatland) no verías más que una línea recta.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)