Strange Dislocations: Childhood and the Idea of Human Interiority
Extraña, deforme y de una belleza penetrante, la niña acróbata Mignon apareció en escena en 1795. Mignon, que no era en absoluto una niña, sino un producto de la ficción de Goethe, apareció y reapareció en innumerables formas y disfraces a lo largo del siglo siguiente. El significado de esta irresistible criatura es el centro del libro de Carolyn Steedman, un brillante relato de cómo las nociones decimonónicas de la infancia, como las expresadas en la figura de Mignon, dieron origen a la idea moderna del yo.
Durante el siglo XIX, se produjo un cambio en la forma en que las personas de las sociedades occidentales se entendían a sí mismas: la forma en que entendían el yo y cómo se formaba. Steedman rastrea esta evolución a través de las cambiantes actitudes sobre los niños y la infancia que aparecen en la literatura y el derecho, la medicina, la ciencia y la historia social. Pasando del mundo de la ficción alemana al de los niños acróbatas y los "árabes callejeros" en la Gran Bretaña del siglo XIX, de las teorías de Freud a las de Foucault, muestra cómo la historia individual y personal que encarnaba un niño llegó a representar la "interioridad" humana. Especialmente importante para entender este cambio es el papel que desempeñó el psicoanálisis freudiano, entre 1900 y 1920, en la síntesis y reformulación de la idea victoriana de que el núcleo de la identidad psíquica de un individuo era su propio pasado perdido, o la infancia.
Desde la perspectiva de la historia social y cultural y de la historia de la psicología y la fisiología, Extrañas dislocaciones recorre la búsqueda del yo, de un pasado perdido y desaparecido, y el modo en que, a lo largo de los últimos cien años, la visión perdida ha llegado a adoptar la forma de un niño.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)