Exposiciones, música y el Imperio Británico

Título original:

Exhibitions, Music and the British Empire

Contenido del libro:

Combinando enfoques de los estudios de recepción y la musicología histórica, este libro demuestra cómo la representación de la música en las exposiciones atrajo a la prensa y al público a los debates sobre el papel de la música en la sociedad.

Las exposiciones internacionales fueron uno de los fenómenos culturales más significativos de finales del siglo XIX. Estos vastos eventos pretendían ilustrar, mediante la exhibición de objetos físicos, todo el espectro de los logros del mundo, desde la industria y la manufactura hasta el arte y el diseño. Pero las exposiciones no eran sólo espacios visuales. La música estaba siempre presente, como parte fundamental del paisaje sonoro de estos eventos, y formaba parte integral de la experiencia del visitante.

Este libro analiza la música en las exposiciones internacionales celebradas en Australia, la India y el Reino Unido durante la década de 1880. En ellas, la música se codificaba, ordenaba y "exhibía" de múltiples maneras. Las muestras de instrumentos físicos del pasado y del presente iban acompañadas de actuaciones destinadas a educar o entretener, mientras que la música se escuchaba en los stands de los expositores, en las salas de conciertos y en los jardines de recreo que rodeaban los edificios de las exposiciones. La música se representaba como símbolo de los logros artísticos humanos o se empleaba con fines comerciales. A veces se presentaba en términos nacionalistas, otras como un marcador de universalismo. Este libro argumenta que, al analizar las múltiples formas en que se utilizaba, experimentaba y representaba la música, las exposiciones pueden mostrar en un microcosmos muchas de las tradiciones, propósitos, argumentos y ansiedades musicales de la época. Sus nueve capítulos se centran en temas socioculturales, abarcando cuestiones de raza, clase, educación pública, economía y entretenimiento en el contexto de la música, rastreándolas a través de las redes de comunicación que existían en el Imperio Británico de la época.