Experiencias religiosas fantásticas

Título original:

Fantastic Religious Experiences

Contenido del libro:

"En materia de religiones es particularmente fácil distinguir los dos órdenes de cuestiones. Todo fenómeno religioso tiene su historia y su derivación de antecedentes naturales. Lo que hoy se llama la crítica superior de la Biblia no es más que un estudio de la Biblia desde este punto de vista existencial, demasiado descuidado por la Iglesia anterior. ¿En qué condiciones biográficas hicieron los escritores sagrados sus diversas contribuciones al volumen sagrado? ¿Y qué tenían exactamente en sus mentes individuales cuando pronunciaron sus palabras? Estas son cuestiones manifiestamente históricas, y no se ve cómo la respuesta a las mismas puede decidir de antemano la cuestión aún más importante: ¿de qué utilidad debería ser para nosotros tal volumen, con su forma de existencia tan definida, como una guía para la vida y una revelación? Para responder a esta otra pregunta debemos tener ya en nuestra mente una especie de teoría general sobre cuáles deben ser las peculiaridades de una cosa que le dan valor a efectos de revelación; y esta teoría en sí misma sería lo que acabo de llamar un juicio espiritual. Combinándola con nuestro juicio existencial, podríamos deducir otro juicio espiritual sobre el valor de la Biblia.

Así, si nuestra teoría del valor de la revelación afirmara que cualquier libro, para poseerlo, debe haber sido compuesto automáticamente o no por el libre capricho del escritor, o que no debe mostrar errores científicos e históricos ni expresar pasiones locales o personales, probablemente la Biblia no saldría bien parada en nuestras manos. Pero si, por otro lado, nuestra teoría permitiera que un libro pudiera ser una revelación a pesar de los errores, las pasiones y la composición humana deliberada, si tan sólo fuera un registro verdadero de las experiencias internas de personas con grandes almas que luchan con las crisis de su destino, entonces el veredicto sería mucho más favorable.

Se ve que los hechos existenciales por sí mismos son insuficientes para determinar el valor; y los mejores adeptos de la crítica superior, en consecuencia, nunca confunden el problema existencial con el espiritual. Con las mismas conclusiones de hecho ante ellos, algunos adoptan un punto de vista, y otros otro, del valor de la Biblia como revelación, según difiera su juicio espiritual sobre el fundamento de los valores".