Puntuación:
El libro explora la fascinante intersección entre la ciencia ficción y la música, centrándose especialmente en la década de 1970 y en artistas influyentes como David Bowie, P-Funk y otros. Aunque es atractivo e informativo, a veces puede parecer demasiado enciclopédico y puede carecer de profundidad en algunas discusiones.
Ventajas:⬤ Atractivo y bien documentado
⬤ proporciona una gran visión de las conexiones entre la música y la ciencia ficción
⬤ introduce a los lectores a artistas menos conocidos
⬤ examen exhaustivo del tema
⬤ agradable y nostálgico para los fans del género.
⬤ Puede resultar demasiado enciclopédico para algunos, ya que no profundiza en las implicaciones filosóficas
⬤ la estructura narrativa puede parecer ligera
⬤ menos exhaustivo para quienes ya estén familiarizados con el tema
⬤ a veces abrumador por el exceso de artistas mencionados.
(basado en 14 opiniones de lectores)
Strange Stars: David Bowie, Pop Music, and the Decade Sci-Fi Exploded
Un autor ganador del Premio Hugo y periodista musical explora la extraña y alocada historia de cuando el rock 'n' roll se encontró con el mundo de la ciencia ficción de los años setenta.
A medida que la década de 1960 llegaba a su fin y la humanidad apuntaba sus telescopios hacia otros mundos, las viejas convenciones dieron paso a un nuevo tipo de libertad hedonista que celebraba el sexo, las drogas y el rock and roll. Rara vez se reconoce a la ciencia ficción su efecto catalizador en esta revolución.
En Strange Stars, Jason Heller reconstruye la ciencia ficción y la música pop como fuerzas culturales paralelas que dependieron la una de la otra para ampliar los horizontes de los libros, la música y las imágenes de otro mundo.
Al hacerlo, presenta a toda una generación de músicos venerados como los prestidigitadores obsesionados con la ciencia ficción que eran en realidad: desde Sun Ra disertando sobre el hombre negro en el cosmos, hasta Pink Floyd improvisando en directo sobre la retransmisión del alunizaje del Apolo 11; desde una oleada de discotequeros de Star Wars y post-punks con sintetizadores, hasta Jimi Hendrix destilando en canciones psicodélicas la «bruma purpúrea» que descubrió en una novela pulp. Por supuesto, toda la escena estuvo liderada por David Bowie, que se escondió en el balcón de un cine para ver 2001: Una odisea del espacio, y salió convertido...
Si la cultura actual de fanáticos de la Comic Con, superproducciones de superhéroes y reboots de ciencia ficción clásica nos hace pensar que por fin han ganado los frikis, Strange Stars revive una época de creatividad sin parangón y sobrenatural -en revistas, novelas, películas, discos y conciertos- para señalar que los frikis han estado ganando todo el tiempo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)