Esto también durará - Encontrar la gracia cuando el sufrimiento persiste

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Título original:

This Too Shall Last - Finding Grace When Suffering Lingers

Contenido del libro:

Este libro no es una historia del antes y el después.

Nuestra cultura trata el sufrimiento como un problema que hay que solucionar, una lacra que hay que ocultar o el triste comienzo de una historia de transformación. Nos marchitamos silenciosa y secretamente bajo la presión de vivir como si el sufrimiento fuera un predicamento que podemos evitar o aniquilar trabajando lo suficiente o teniendo la fe suficiente. Cuando tus oraciones por la sanación no han sido respondidas, la niebla de la depresión no se disipa, tu matrimonio termina en divorcio o el dolor no desaparece, es fácil sentir que le has fallado a Dios y, lo que es peor, que él te ha fallado a ti. Si Dios nos ama, ¿por qué permite que suframos?

Hace más de una década, una enfermedad crónica sumió a la terapeuta y escritora K. J. Ramsey de lleno en esta paradoja. Antes de su enfermedad, la fe tenía sentido. Pero cuando el dolor llegó y nunca se fue, K. J. tuvo que encontrar una manera de cruzar el cañón cada vez más ancho que parecía separar la bondad de Dios de sus insoportables circunstancias.

Quería conquistar el sufrimiento. En lugar de eso, se encontró con el Dios que lo eligió. Quería hacer del dolor algo pasado. En lugar de eso, Dios la invitó a entrar en una historia más grande.

Esto también durará ofrece un antídoto contra nuestra idolatría cultural del esfuerzo y la facilidad. A través de una historia personal y de reflexiones sobre neurociencia y teología, Ramsey nos invita a dejar que nuestras lágrimas se conviertan en lentes de la maravilla de que antes de que Dios nos rescate, se solidariza con nosotros. Todos nos encontramos a mitad de la historia en circunstancias que no hemos elegido, preguntándonos cuándo acabarán las cosas difíciles y de dónde vendrá la gracia si no lo hacen. No necesitamos hacer del sufrimiento una historia de antes y después. Juntos podemos encontrar la gracia que entra en medio de nuestras historias, donde vivir con el sufrimiento que perdura significa recibir la presencia de Dios que perdura.