Puntuación:
Being Dead*, de Jim Crace, presenta una exploración única e intrincada de la muerte, yuxtapuesta a las vidas mundanas de dos zoólogos, Joseph y Celice. A través de capítulos alternos que detallan su descomposición y sus experiencias vitales, la narración examina temas como la mortalidad, la naturaleza y la complejidad de las relaciones humanas. Mientras que algunos lectores encuentran la escritura lírica y profunda, otros se sienten distanciados de los personajes, considerando sus vidas poco interesantes y el libro sinuoso.
Ventajas:El libro es elogiado por su prosa bellamente elaborada y su profundidad de pensamiento, que ofrece reflexiones perspicaces sobre la muerte y la vida. Los lectores encuentran atractivas las ideas científicas y filosóficas, y muchos aprecian la estructura única que entrelaza el pasado y el presente de los personajes. La exploración de las profundas emociones de los personajes y de la dinámica de sus relaciones también se destaca como un punto fuerte.
Desventajas:Los críticos expresan su insatisfacción con los personajes, describiéndolos como aburridos y anodinos, lo que dificulta la conexión emocional. Las descripciones gráficas de la descomposición pueden resultar molestas para algunos, y varios lectores consideran que el ritmo de la narración es lento y que la exploración temática carece de originalidad. Además, algunos críticos opinan que las reflexiones filosóficas resultan más pretenciosas que significativas.
(basado en 168 opiniones de lectores)
Being Dead
En las dunas de la bahía de Baritone yacen los cadáveres de una pareja de mediana edad. Celice y Joseph, de unos 50 años y casados desde hace más de 30, regresan a la costa donde se conocieron cuando eran estudiantes. En lugar de ello, un ladrón los mata a golpes con un trozo de granito. Sus cadáveres yacen sin descubrir y pudriéndose durante una semana, presa de cangrejos de arena, moscas y gaviotas. Sin embargo, la escena sigue siendo conmovedora, con la mano de José curvándose suavemente alrededor de la pierna de su esposa, descansando en silencio; carne sobre carne; muertos, pero aún no muertos.
Sus cuerpos habían expirado, pero cualquiera podría decir -sólo con mirarlos- que Joseph y Celice seguían siendo devotos. Porque mientras la mano de él la tocaba, curvada alrededor de su espinilla, la pareja parecía haber alcanzado esa paz que el mundo niega, un período de gracia, desafiando incluso al asesinato. Cualquiera que los encontrara allí, tan perversamente desfigurados, vería sin embargo que algo de su amor había sobrevivido a la muerte de las células. Los cadáveres se habían entregado a la intemperie y a la tierra, pero seguían siendo un hombre y una mujer, descansando tranquilamente; carne sobre carne; muertos, pero aún no muertos.
A partir de ese momento, Being Dead se centra menos en el asesinato y más en la muerte. Los capítulos alternados retroceden en el tiempo desde el asesinato en incrementos de una y dos horas. A medida que la narración retrocede, vemos a Celice y Joseph tomar las pequeñas decisiones de su día que les conducirán inexorablemente hacia su propia muerte. En otros capítulos, la narración avanza. Celice y Joseph están de vacaciones y nadie les echa de menos hasta que no regresan. Así, pasan seis días antes de que se encuentren sus cuerpos. Crace describe con minucioso detalle su paulatino regreso a la tierra con la ayuda de cangrejos, pájaros y los numerosos insectos que atacan el cuerpo y lo preparan, suavemente y no tan suavemente, para la fase de polvo a polvo de la muerte.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)