Estado oscuro: Cómo los ciudadanos pueden abrir las puertas del cerrado gobierno de Wisconsin

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Título original:

Dark State: How Citizens Can Open the Doors to Wisconsin's Closed Government

Contenido del libro:

En 2021, una coalición de burócratas, grandes empresas e intereses especiales está llevando a cabo un ataque sin precedentes contra la transparencia gubernamental y nuestras libertades civiles. Están limitando nuestras libertades y opciones, robándonos nuestra prosperidad, y cada vez más nos están quitando la capacidad de protestar contra sus acciones y de presentar peticiones a nuestro gobierno con nuestras quejas.

A medida que estos intereses especiales llegan a dominar gran parte de nuestras vidas, organismos y funcionarios gubernamentales secretos actúan como sus principales guardianes y protectores. Esto es cierto en los Estados Unidos, en cada uno de los 50 estados, y es especialmente cierto en el Estado del Tejón. En 2021, Wisconsin es un Estado Oscuro, sus ciudadanos se mantienen intencionadamente a oscuras sobre lo que hace su gobierno.

Y, con algunas excepciones notables, las cosas se están oscureciendo.

Los cargos electos, los burócratas de las agencias estatales, los jueces y los funcionarios de todas las ramas del gobierno están suprimiendo cada vez más las vías de acceso a la información que necesitamos, y por la que ya pagamos, para autogobernarnos. Estado Oscuro muestra cómo los funcionarios del gobierno están frustrando la transparencia y los derechos civiles, pero también demuestra cómo algunos ciudadanos están contraatacando y ganando, y cómo podemos abrir las puertas y entrar de nuevo en nuestro propio gobierno.

Ahora es el momento de actuar. Ahora es el momento de centrar nuestra atención en la apertura como principio fundacional, un principio que hay que elevar y por el que hay que luchar en todas las campañas políticas y en todos los movimientos de defensa. Porque sin ella, ninguna causa -liberal o conservadora, libertaria o colectivista, estatista o individualista- ninguna causa puede ser realmente autentificada, debatida y decidida en la plaza pública, porque la plaza pública no estará en el ámbito de la toma de decisiones.

Las decisiones importantes se tomarán en los oscuros callejones traseros del gobierno, y las razones de las mismas serán elusivas, ya que estarán atrincheradas para que el público no las vea ni las investigue. La censura y el secretismo son los cimientos de esta nueva coalición; el gobierno abierto y la libertad de expresión son sus enemigos. Para rechazar este asalto, se necesitará una poderosa fuerza ciudadana unida en la crítica causa de la libertad.

Hará falta que republicanos y demócratas por igual luchen juntos -y luchen juntos ahora- por la causa más importante de la transparencia.