Esposas, esclavas y concubinas: Historia de la clase baja femenina en el Asia holandesa

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Título original:

Wives, Slaves, and Concubines: A History of the Female Underclass in Dutch Asia

Contenido del libro:

Esposas, esclavas y concubinas sostiene que las prácticas y leyes coloniales holandesas crearon un nuevo conjunto de divisiones sociales y económicas en Batavia-Jakarta, la actual Indonesia, para hacer frente a las difíciles realidades del sudeste asiático. Jones utiliza historias convincentes de mujeres asiáticas corrientes para explorar los profundos cambios estructurales que se produjeron a finales del periodo colonial temprano, cambios que contribuyeron al nacimiento del orden mundial moderno.

Basándose en procesos penales y testimonios inéditos de mujeres que comparecieron ante el Tribunal de Regidores de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, este fascinante estudio detalla las formas en que las realidades demográficas y económicas transformaron el panorama social y jurídico de Batavia-Jakarta en el siglo XVIII. Las mujeres del sudeste asiático desempeñaron un papel extraordinariamente importante en el funcionamiento del comercio asiático a principios de la Edad Moderna y en las operaciones a corto y largo plazo de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC). El Sudeste Asiático era un lugar donde la mayoría de los individuos operaban dentro de una intrincada red de relaciones sociales múltiples, fluidas, situacionales y recíprocas que iban desde la dependencia a la servidumbre pasando por la esclavitud.

El siglo XVIII representa un importante punto de inflexión: el comercio asiático relativamente abierto y autónomo que impulsó a Colón a hacerse a la mar había empezado a dar paso a una era de alto imperialismo y hegemonía económica europea. ¿Cómo afectaron estos cambios a la vida de las mujeres corrientes del Asia neerlandesa de principios de la Edad Moderna y cómo alteraron sus vidas las transformaciones provocadas por el colonialismo neerlandés? La VOC creó una división legal que favorecía a los miembros de las familias mixtas de la VOC, aquellas en las que las mujeres asiáticas se casaban con hombres empleados por la VOC. Así, el empleo -no la raza- se convirtió en el camino hacia la preferencia legal, un factor que desfavoreció al resto de las mujeres asiáticas.

En resumen, el colonialismo creó una nueva clase marginada en Asia, especialmente femenina. En la segunda mitad del siglo XVIII, una dicotomía cada vez más operativa de esclavos y libres suplantó a un sistema por lo demás fluido de vinculación recíproca. Las divisiones inherentes a este nuevo sistema engendraron fricciones sociales, sobre todo porque el emergente orden económico de principios de la Edad Moderna exigía nuevas formas de trabajo manejables.

El derecho doméstico holandés otorgaba poder a las élites femeninas del Asia holandesa, pero dejaba a la mayoría de las mujeres vulnerables ante los más privilegiados a ambos lados de esta división legal. Las esclavas huyeron y estalló la violencia cuando las expectativas tradicionales de movilidad social chocaron con las nuevas exigencias de los amos y el Estado.