Espías, mentiras y ciudadanía: La caza de los criminales nazis

Opiniones de los lectores

El libro presenta relatos detallados de criminales de guerra nazis que emigraron a Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, combinando una investigación meticulosa con la narración de historias. Sin embargo, la calidad de los capítulos varía, y algunos lectores encuentran la redacción sosa y plagada de errores.

⬤ Investigación meticulosa
⬤ narración convincente parecida a una novela de espías
⬤ proporciona información sobre figuras nazis menos conocidas.

⬤ La calidad irregular de los capítulos
⬤ partes de la narración consideradas sosas
⬤ notables errores factuales y tipográficos merman la experiencia de lectura.

(basado en 2 opiniones de lectores)

Título original:

Spies, Lies, and Citizenship: The Hunt for Nazi Criminals

Contenido del libro:

En la década de 1970 saltó la noticia de que antiguos nazis habían escapado a la justicia y se estaban dando la gran vida en Estados Unidos. La indignación se apoderó de la nación y el clamor público ejerció una presión extrema sobre el gobierno estadounidense para que investigara estas denuncias y deportara a los infractores.

La posterior creación de la Oficina de Investigaciones Especiales marcó el inicio oficial de la caza de nazis en Estados Unidos, pero no fue ni mucho menos el final. Treinta años después, en noviembre de 2010, el New York Times obtuvo una copia de un informe confidencial de 2006 del Departamento de Justicia titulado "La Oficina de Investigaciones Especiales: La lucha por la rendición de cuentas tras el Holocausto".

"El informe, de seiscientas páginas, contenía secretos espeluznantes sobre los intentos fallidos del gobierno de perseguir y procesar a los nazis en Estados Unidos y su voluntad de albergar e incluso emplear a estos criminales después de la Segunda Guerra Mundial. Basándose en este informe, así como en otras fuentes, Espías, mentiras y ciudadanía expone nueva información escandalosa sobre infames perpetradores nazis, como Andrija Artuckovic, Klaus Barbie y Arthur Rudolph, que fueron acogidos y protegidos en los Estados Unidos y más allá, y los intentos en curso para llevar a los nazis restantes, como Josef Mengele, ante la justicia.