Puntuación:
Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 3 votos.
Spaces for Silence
La Madre María Francisco tiene una visión extraordinariamente honesta de la realidad, una realidad iluminada por la fe, irradiada de alegría.
Comprende que el mundo por el que las Clarisas rezan día y noche es un mundo en el que las tensiones internacionales y nacionales, las guerras frías, los odios encendidos, las falsas ideologías, la pobreza, la velocidad, la automatización y la publicidad grosera fragmentan el orden y la paz para los que el hombre está hecho.
Tampoco sentimentaliza la vida monástica. La valla inacabada del recinto "termina como un hipo"; la nariz está roja, los pies azules de frío. Es realista porque sabe que Dios es la única Realidad, y mira las verrugas y las cañerías rotas con la conciencia segura de que Dios encarnado miró la realidad de su mundo con absoluta honestidad.
Para aceptar así la realidad hay que verla iluminada por la fe. La Madre María Francisco escribe como una persona que cree lo que Dios ha dicho porque Él lo ha dicho. Él lo dijo: "Yo soy el Camino". Ella habla de seguirle. El dijo: "Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Habla de la disciplina y la penitencia aceptadas con alegría porque Cristo eligió el sufrimiento como expresión de amor. Él dijo: "No temas, pequeño rebaño....". Habla de la confianza y la seguridad inquebrantable en la providencia de Dios. Dijo: "Estas cosas os he hablado para que mi alegría esté en vosotros.
... Nos cuenta el secreto de la alegría.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)