El deseo de las letras, la filosofía y las bellas artes prevalece sobre el amor a nuestros primeros deberes y a la verdadera gloria.
Como consecuencia, una vez que los talentos han ganado los honores asociados a la virtud, todo el mundo quiere ser un buen hombre, y nadie se preocupa por ser un buen ser humano. De esta perspectiva se deriva otra consecuencia: que sólo se recompensan las cualidades del ser humano que no dependen de él: porque nuestros talentos nacen con nosotros, sólo nuestras virtudes son nuestras.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)