Es hora de cambiar: Reforma escolar para la próxima década

Título original:

It's Time for a Change: School Reform for the Next Decade

Contenido del libro:

Estados Unidos entró en el siglo XXI como la única superpotencia mundial. Nuestra fuerza diplomática, poderío militar, recursos financieros e innovación tecnológica eran, y siguen siendo, la envidia del mundo.

Sin embargo, en el ámbito crucial de la educación, Estados Unidos va a la zaga de muchos otros países desarrollados. Aunque Estados Unidos gasta más por estudiante que casi cualquier otro país, los exámenes internacionales han demostrado que nuestro rendimiento en lectura y matemáticas está muy por detrás de países como Corea del Sur, China, Japón y Finlandia. Sin embargo, hay elementos aún más preocupantes en juego.

Uno de los más importantes es que el sistema educativo estadounidense está cada vez más estratificado.

A pesar de esfuerzos como la ley No Child Left Behind (NCLB) del gobierno de George W. Bush, la disparidad en el rendimiento académico entre alumnos de clases socioeconómicas altas y bajas sigue creciendo.

Las ramificaciones de esta tendencia son enormes. China, Japón y Corea del Sur comprenden que unos trabajadores bien formados son cruciales para sobrevivir en la competitiva economía mundial. Por eso hacen tanto hincapié en la educación y se aseguran de que sus alumnos reciban no sólo una formación básica en lectura y matemáticas, sino que también se les enseñe a pensar de forma creativa y a resolver problemas.

Sus jóvenes están preparados para conquistar el mundo. Estados Unidos, en cambio, está perdiendo la batalla. Los sistemas escolares emplean más dinero pero tienen menos para demostrarlo.

Los resultados de los exámenes, especialmente entre las clases socioeconómicas más bajas, son desalentadores. Estados Unidos tiene unos recursos naturales extraordinarios, una democracia sólida y funcional y unas infraestructuras excelentes, pero a menos que reformemos nuestro sistema educativo para formar estudiantes capaces de aprovechar las nuevas tecnologías y competir en la economía global, cederemos nuestra posición de líder mundial.

Ha llegado la hora del cambio: La reforma escolar ofrece un plan sin tonterías para reformar el sistema educativo de Estados Unidos de manera que asegure su posición como líder mundial preeminente.