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Once Was a Boy
En esta nueva colección, vívida y descarnada, Theo Dorgan se adentra en su infancia corchera para examinar, entre otras cosas, las fuentes de lo que se convertiría en una vida dedicada a la poesía. A veces con el distanciamiento forense de la distancia adulta, otras veces entregados a revivir la atención consciente de un niño a su propia vida, estos poemas exploran un pasado en el que todo es nuevo en el momento vivo y, sin embargo, de alguna manera, «todo seguirá para siempre».
Si la familia es el lugar donde aprendemos a comprender los sentimientos y los afectos, la escuela es el duro lugar donde nos encontramos con los poderes del mundo, donde encontramos y aprendemos a lidiar tanto con los poderes liberadores como con los opresores del lenguaje. La escuela, tal y como la experimenta el niño que crece, es el lugar donde aprendemos a rendirnos o a ser libres en el mundo, y la libertad viene con la aceptación, la comprensión, el peso y la responsabilidad de elegir tus palabras, de hablar por ti mismo.
La amada ciudad natal del poeta es una presencia fantasmal que lo sostiene todo el tiempo: ciudad familiar y misteriosa, cuna de posibilidades con las que sueña el joven que mira con nostalgia a través de la ventana del aula. En aquel lugar, en aquellos días, Dorgan se hizo ciertas promesas a sí mismo. Once Was a Boy se pregunta si esas promesas se cumplieron.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)