Entrevista con Sfc Brandon Knicely

Título original:

Interview with Sfc Brandon Knicely

Contenido del libro:

El sargento de primera clase Brandon Knicely sirvió como artillero principal de la compañía Alpha, 2º Batallón, 2º de Infantería durante la batalla de Faluya en noviembre de 2004. Como tal, Knicely también actuó como artillero del comandante de la compañía.

Recordando a su comandante de compañía, el capitán Sean Sims, dice: "El capitán Sims era un gran líder y tenía mucha confianza en sí mismo. Si estaba desanimado por algo, nunca nos lo demostró a ninguno de nosotros. Siempre era un tipo alegre, hiciéramos lo que hiciéramos.....

Estábamos bajo mucho fuego enemigo y él se limitaba a sonreír y a dejar que los jefes de pelotón hicieran su trabajo.

No microgestionaba, pero cuando tenía que presionarles, lo hacía". Dice que hubo un problema con una carga de línea cuando se hizo una brecha inicial en Faluya, y que justo cuando comenzó el ataque de su compañía, su Bradley empezó a tener problemas de potencia y el comandante de la compañía se vio obligado a cambiar de vehículo a mitad de camino.

Aparte de su frustración, Knicely afirma: "Gracias a Dios por los chicos de mantenimiento. Estuvieron analizando y solucionando problemas toda la noche. No dejaron de trabajar hasta que lo arreglaron y salimos en cuanto terminaron".

Durante la lucha en Faluya, Knicely se fijó en un insurgente al que apodó el "Rambo iraquí", que parecía no morir a pesar de los esfuerzos de la compañía. También describe a una operadora de cámara de combate que intentaba captar estos esfuerzos en película, diciendo: "No sé quién era, pero estaba más loca que una cabra". Explica que, salvo una excepción, no utilizaban misiles TOW y que su munición de 25 milímetros era en su mayor parte de alto explosivo.

Describe la desgarradora experiencia de perder al oficial ejecutivo de la compañía y al comandante de la compañía en días sucesivos de la batalla. "Nuestra compañía sufrió un duro golpe, pero los soldados son soldados y todos y cada uno de nosotros sabemos que si morimos, lo hacemos sabiendo que creemos en lo que hacemos", dice Knicely.

"Sin duda fue duro, pero nuestra compañía se hizo mucho más fuerte. Fue la mejor compañía que he visto en el Ejército". Concluye su entrevista afirmando que todos en una compañía necesitan conocer lo básico de la especialidad de los demás para estar bien preparados para un combate.