En busca de las sombras del poema: La segunda poética de Pureza Cantelo

Título original:

In Pursuit of Poem Shadows: Pureza Cantelo's Second Poetics

Contenido del libro:

Nacida en la pequeña localidad extremeña de Moraleja en 1946, la poeta española Pureza Canelo publicó a los veinticinco años sus primeros poemarios, Celda verde y Lugar com n (Premio Adonais 1970). En 1979, ya había establecido un concepto de su propia evolución estética, que elaboró en Habitable (Primera po tica).

Después, en 1986, tras un periodo de desencanto con la palabra escrita en el que sólo publicó dos libros de bolsillo -Espacio de emoción (1981) y Vega de la paloma (1984)-, redefinió su posición en Tendido verso (Segunda polémica). Concebido como complemento de Coloquio de la naturaleza con la palabra: La primera poética de Pureza Canelo (Bucknell, 2004), el presente texto descifra el intrincado lenguaje poético de las obras de madurez de la poeta, que, en el momento de escribir este libro, incluían los dos cuadernos antes mencionados, así como Tendido verso, Pasi n in dita (1990) y No escribir (1999). El autor traza posiciones estéticas y filosóficas recurrentes que sirven para diferenciar la primera y la segunda poéticas del poeta.

Tendido verso es el volumen en el que la temporalidad sustituye a la esencia y, al hacerlo, rompe con las ideas expresadas por Juan Ram n Jim nez durante su etapa modernista. En Pasi n in dita, el íntimo discurso pronominal entre el poeta y el otro creador les permite fundirse en un ser indeterminado.

En este punto se alcanza la meta deseada del proceso creativo; se produce la "boda sagrada" (hieros gamos) del poeta y el otro creativo. No escribir abandona la lucha de los libros anteriores de Canelo y lleva a cabo el método prescrito por su segunda poética.

Reconoce que sólo el proceso creativo puede satisfacer su deseo, y que el amor, símbolo dominante de la creación, permite, en efecto, que cese el dolor del fracaso poético. La pasión, no obstante, debe detenerse antes de la plenitud, ya que el poema escrito, cargado de la mirada y la subjetividad del poeta, no puede existir al margen de su sombra.