En busca de Canaán: La migración negra a Kansas, 1879-80

Título original:

In Search of Canaan: Black Migration to Kansas, 1879-80

Contenido del libro:

Se corrió la voz por las granjas del sur, y en las mentes de los que trabajaban en los cultivos de algodón o azúcar, de que el día del juicio final estaba cerca, de que el Señor había respondido a las plegarias de los negros ofreciéndoles la liberación en un Edén occidental. En este vasto estado donde Brown había hecho correr la sangre en su justa ira, se decía que había tierra para todos, y tierra especialmente para los negros pobres que durante tanto tiempo habían acariciado la idea de una pequeña parcela de América que pudieran llamar suya. Se decía que la tierra era gratis y, lo que era aún mejor, se rumoreaba que el pasaje a la pradera de Canaán estaba disponible para todos .... Así comenzó una avalancha de tierras hacia Kansas, un éxodo irracional, casi sin sentido, desde el Sur hacia algún vago ideal, algún paraíso occidental, donde desaparecerían todas las preocupaciones.

En busca de Canaán narra la historia de la migración negra desde zonas del Sur a Kansas y otros estados del Medio Oeste y el Oeste que se produjo poco después del final de la Reconstrucción. Basándose casi por completo en fuentes primarias -cartas de algunos de los emigrantes negros, informes de investigación del gobierno y periódicos negros-, Robert G. Athearn describe y explica el movimiento "Exoduster" y lo sitúa en perspectiva como fenómeno de la historia occidental.

El libro comienza con detalles sobre los éxodos en marcha. A continuación, Athearn explica por qué se movían.

Relata lo que otras personas -negros y blancos, norteños y sureños- pensaban del movimiento.

Examina las consideraciones políticas.

Y por último, evalúa el episodio y ofrece una explicación de por qué fracasó. Según Athearn, el éxodo hablaba en sentido estricto de emigrantes negros que buscaban granjas fronterizas, pero en lo esencial hablaba más de una nación cuyas heridas habían sido curadas pero aún no habían cicatrizado. Los republicanos, sin ningún asunto de importancia en 1880, dieron a la huida importancia nacional con la esperanza de que les granjeara votos y, al mismo tiempo, redujera la población del Sur y, por tanto, su representación en el Congreso. Miles de negros estadounidenses, muchos de ellos antiguos esclavos, se dejaron engañar por las falsas promesas hechas por intereses particulares. Mientras los vendedores ambulantes de buenas nuevas hacían señas a los fácilmente convencibles, la palabra "Kansas" se equiparó a la palabra “libertad". Las connotaciones emocionales, a menudo bíblicas, dieron al movimiento un sabor milenarista, y Kansas se convirtió en el involuntario centro de una revitalizada campaña nacional en favor de los derechos de los negros.

Athearn describe las dificultades sociales, políticas, económicas e incluso agrícolas que tuvieron los excombatientes para adaptarse a la cultura blanca. Evalúa las actividades de líderes negros como Benjamin "Pap" Singleton, políticos del norte como el gobernador de Kansas John P. St. John, y organizaciones de ayuda a los refugiados como la Kansas Freedmen's Relief Association. Cuenta la historia de los Exodustros no sólo como una historia sureña -la agitación en Dixie y la huida de los escenarios de una lucha- sino especialmente como una historia occidental, un segmento significativo de la historia de un estado fronterizo. Su relato extraordinariamente objetivo, a la vez que lleno de suspense, de este episodio insólito contribuye de forma significativa a la historia de Kansas, a la historia del Oeste y a la historia de los negros en América.