Emociones políticas

Título original:

Political Emotions

Contenido del libro:

Una multitud alborotada en una ciudad en llamas, una turba de linchamiento rodeando un cuerpo maltrecho, un senador en campaña exagerando la amenaza de las bombas de un enemigo... las pruebas del poder de la ira, el odio y el miedo han llevado a muchos filósofos políticos a reclamar la racionalidad como base exclusiva de una sociedad estable y justa. Sin embargo, el propio Aristóteles concedió a las emociones un papel tan importante como el de la razón en la vida política. En este oportuno libro, Marlene K. Sokolon revisa la concepción aristotélica de las emociones y descubre que sus ideas no sólo resuenan con las teorías psicológicas actuales sino que, lo que es más importante, ofrecen un recurso para la vida política del siglo XXI.

Aristóteles identificó catorce emociones políticas, que van desde la piedad a la envidia, pasando por la benevolencia y la vergüenza, y descubrió que, intrínsecamente, no son ni negativas ni positivas. Es significativo que las distintas emociones tengan funciones diferentes. La ira y el amor se refieren al bienestar del individuo y de su familia y amigos. La indignación y la benevolencia, por el contrario, se preocupan más por la seguridad de otras personas no relacionadas. Aristóteles afirmaba que estas emociones políticas, unidas en una sinfonía armoniosa con la razón, podían conducir a la estabilidad, la justicia, la acción moral y la comunidad.

Pero, ¿qué son exactamente las emociones? Según Aristóteles, son tanto procesos fisiológicos innatos como valoraciones psicológicas del propio entorno político y social. Sokolon demuestra que este concepto se sostiene sorprendentemente bien a la luz de las actuales teorías evolutivas, cognitivas y de construcción social. Combinando la ciencia moderna y el pensamiento antiguo, concluye sugiriendo un marco para comprender la interacción de la emoción y la racionalidad cognitiva en la toma de decisiones y el comportamiento sociopolíticos.