Emile Durkheim y el nacimiento de los dioses - Clanes, incesto, tótems, fratrías, hordas, maná, tabúes, corrobororios, sodalidades, sangre menstrual, simios, Ch

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Título original:

Emile Durkheim and the Birth of the Gods - Clans, Incest, Totems, Phratries, Hordes, Mana, Taboos, Corroborees, Sodalities, Menstrual Blood, Apes, Ch

Contenido del libro:

El nacimiento de los dioses está dedicado al esfuerzo de Durkheim por comprender las bases de la integración social. A diferencia de la mayoría de los científicos sociales, entonces y ahora, Durkheim llegó a la conclusión de que los seres humanos son por naturaleza más individualistas que colectivistas, que la unidad social primigenia para los humanos es la unidad a nivel macro ("la horda"), en lugar de la familia, y que la cohesión social se ve fácilmente perturbada por el propio interés humano.

De ahí que, para Durkheim, uno de los problemas "más graves" a los que se enfrenta la sociología sea cómo moldear estas inclinaciones humanas para que sirvan al bien colectivo. Durkheim creía que el análisis de las religiones elementales permitiría a los científicos sociales ver la base fundamental de la solidaridad en las sociedades humanas, construida en torno a representaciones colectivas, tótems que marcan las fuerzas sagradas y rituales que despiertan emociones dirigidos a estos tótems. La primera mitad del libro traza las influencias y acontecimientos clave que llevaron a Durkheim a abrazar tan novedosas generalizaciones.

La segunda parte aporta una contribución significativa a la teoría sociológica con un análisis que esencialmente "pone a prueba" los supuestos centrales de Durkheim utilizando análisis cladísticos, herramientas y teoría de redes sociales, y datos sobre los parientes vivos más cercanos de los humanos: los grandes simios. Maryanski reúne datos de primatología, paleontología, arqueología, genética y neurociencia que aclaran y, sorprendentemente, confirman muchas de las especulaciones de Durkheim.

Estos datos demuestran que la integración, tanto entre los humanos como entre los grandes simios, no está tan orientada al grupo o a la parentela per se, sino a una comunidad externa a cada individuo que incluye un sentido del yo, pero que también abarca una conciencia cognitiva de un "sentido de comunidad" o una conectividad que trasciende la realidad sensorial y las relaciones sociales concretas. Este "complejo comunitario", como lo denomina Maryanski, es lo que Durkheim empezaba a vislumbrar, aunque no disponía de los datos necesarios para respaldar sus argumentos, como hace Maryanski.