El Viejo Murió (¡Y Está Muerto!): El pecado y la responsabilidad cristiana

Título original:

The Old Man Died (And He's Dead!): Sin and Christian Responsiblity

Contenido del libro:

"Todo es culpa de Adán "OK. Entonces te acabas de condenar a una eternidad sin Cristo Reflexiona detenidamente sobre la afirmación que acabas de hacer. En un volumen anterior sobre la doctrina del pecado original: Condenados ya, señalamos que si Adán debe ser culpado por nuestra condenación, entonces tenemos que abordar la razón de su condenación. Adán era inocente hasta que pecó con respecto a la prohibición del Árbol de la Vida. En ese momento "murió". Espiritualmente fue cortado y alienado de Dios y fuera de comunión, y Dios inmediatamente anunció Su plan de rescate ya preparado. El Hijo de la descendiente de la mujer (Eva) -el Señor Jesucristo- heriría la cabeza de la serpiente (la serpiente que fue el vehículo para el pecado y la caída de Adán a través de la tentación orquestada por Satanás):15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la suya; él te aplastará la cabeza, y tú le herirás el calcañar" Génesis 3:15. La situación de Adán es bastante clara. Era inocente, y luego se convirtió en pecador, pecando. Podemos identificar fácilmente el pecado CAUSAL que fue responsable de su muerte: su incumplimiento en relación con el Árbol de la Vida. Pero si el pecado de Adán es el pecado CAUSAL que me convierte en pecador -y esa es la opinión de la mayoría- entonces estoy condenado a una eternidad sin Cristo, todo a causa del pecado de Adán.

Supuestamente en solidaridad con la raza humana, cada hombre, mujer y niño de todos los tiempos está condenado, no por su propia cuenta, sino por la Culpa Ajena heredada de Adán. El pecado de Adán es, pues, mi pecado. La tragedia es que, si el pecado de Adán ES CAUSAL para mí (pero no creo que lo sea) y para mi condenación (Condenado Ya), entonces la única forma en que puedo revertir esa situación es abordar el pecado CAUSAL. Pero no es mi pecado Y no puedo arrepentirme del pecado de otra persona. No puedo arrepentirme del pecado de Adán. No puedo tratar el asunto fundamental. La gravedad de esta situación parece escapar a la mayoría de los teólogos. ¿Por qué? Esto es grave. Este tema crítico fue la base de ese primer volumen, y fue el tema central que se abordó, demostrando que cada uno de nosotros somos personalmente CULPABLES y responsables ante Dios por nuestro pecado -el pecado CAUSAL que nos constituyó a CADA UNO de nosotros como pecadores. Y por lo tanto somos condenados JUSTA y PERSONALMENTE. Todas las personas de todos los tiempos son individualmente responsables de su propio pecado y por lo tanto de su condenación. Siendo ese el caso, ellos pueden -de hecho DEBEN- arrepentirse de su propio pecado para ser salvos. Por lo tanto, Dios es justo en sus demandas y equitativo en sus expectativas basadas en la obra terminada de Cristo. En lo que concierne al cristiano, "el viejo hombre murió para no resucitar jamás".

El Viejo Hombre esta muerto Y sin embargo, repetidamente escucho a la gente excusarse por su pecado, porque, "El Viejo Hombre me afecto y me obligo". O mas comunmente, usan el termino "la naturaleza pecaminosa". "Fui influenciado por mi naturaleza pecaminosa/vieja naturaleza". Ver discusión extra sobre las Naturalezas en el Capítulo 2. No es mi culpa -Como no cristiano, podríamos culpar a Adán por hacerme pecador. -Ahora como cristiano, ¿a quién culpo por mis pecados diarios? Simplemente no queremos aceptar la responsabilidad de nuestras acciones. El primer volumen trataba de nuestra culpabilidad por nuestro pecado CAUSANTE. El pecado que me constituyó pecador en primer lugar. Este volumen trata de nuestra culpabilidad por nuestro pecado como cristianos. Necesitamos comenzar nuestra búsqueda precisamente en este punto, una cuidadosa exégesis de la enseñanza bíblica concerniente al Viejo Hombre.