El viaje del huérfano

Título original:

The Orphan's Journey

Contenido del libro:

Orfanato. La sola idea de esta palabra puede dar la sensación de un edificio casi ruinoso y mohoso, atestado de un batallón de niños ruidosos, sucios, maleducados, maltratados y mal alimentados, a merced de guardianes indiferentes y desencantados o con aspecto de guardianes, mientras esperan ser adoptados por familias cariñosas.

Este orfanato del que han empezado a leer no es en absoluto así. De hecho, no era un orfanato corriente. Aquí, los recién nacidos compartían una habitación, mientras que los niños de uno a cuatro años estaban en otras dependencias.

Cada guardería contaba con su propio cuidador y un ayudante voluntario.

Los niños de cinco a siete años se alojaban en grupos de cinco por habitación, también con sus propios cuidadores, uno por habitación. Los niños de ocho a doce años se alojaban en grupos de tres por dormitorio, también con un cuidador y un asistente voluntario asignados a cada dormitorio.

Sin embargo, a los adolescentes de trece a dieciocho años se les acogía de forma diferente, ya que su desarrollo social, psicológico y físico requería un enfoque distinto. A los trece años, cada adolescente tenía su propia habitación, que seguía siendo suya hasta los dieciocho. Debían someterse a controles semanales por parte del decano del orfanato y a controles diarios por parte de un cuidador asignado específicamente.

Este sistema fomentaba el desarrollo de la individualidad y la responsabilidad, así como la confianza entre todas las partes implicadas. Se daba privacidad y responsabilidad al mismo tiempo. A cada niño se le inculcaba el sentido de la responsabilidad, ya que se les encargaba que mantuvieran sus habitaciones ordenadas y limpias en todo momento, que se ayudaran mutuamente con las tareas y que mantuvieran sus notas a un nivel determinado.

No cabe duda de que había suficiente espacio, alojamiento y cuidadores cariñosos y profesionalmente cualificados para todos los niños del orfanato, que en aquel momento eran ciento setenta...