El verdadero perdón

Título original:

Real Forgiveness

Contenido del libro:

A menudo se aconseja a las víctimas de delitos que no guarden rencor ni busquen venganza. Se les anima a perdonar y seguir adelante.

El perdón se describe como un regalo generoso que cura las grietas creadas por la maldad. Es el camino hacia la felicidad, la forma de escapar de los amargos ciclos de venganza y retribución. Sin embargo, en algunas situaciones parece imprudente, incluso peligroso, perdonar.

Nos puede preocupar que las víctimas que perdonan a los agresores impenitentes los dejen libres de culpa y faciliten la comisión de nuevas fechorías.

Estas disputas morales sobre cuándo debemos perdonar se complican por el hecho de que no está claro de qué estamos hablando exactamente cuando utilizamos la palabra "perdón". Los supuestos expertos hacen afirmaciones muy divergentes sobre lo que se supone que es el perdón.

Algunos dicen que el perdón es puramente un cambio emocional en el que la ira y el resentimiento de la víctima se sustituyen por buena voluntad. Otros dicen que el perdón es principalmente un cambio de comportamiento en el que la. La víctima rechaza cualquier otra culpa o castigo.

Otros piensan que perdonar es en realidad un compromiso mental, o incluso que es un acto de habla performativo similar a hacer una promesa o cancelar una deuda. En Real Forgiveness, Luke Russell identifica las tensiones subyacentes en nuestro pensamiento sobre el perdón, y muestra cómo estas tensiones han llevado a la confusión masiva. Muchos de nosotros asumimos que el perdón es permisible siempre que sea posible, y que el perdón está disponible para todas las víctimas, y que el perdón resulta en paz.

Pero el perdón no puede ser todas estas cosas simultáneamente, por lo que debemos decidir cuál de estas suposiciones vamos a rechazar. Russell argumenta que el verdadero perdón es poderoso y atractivo precisamente porque elimina el conflicto entre víctimas y victimarios.

Sin embargo, a veces las víctimas deben seguir en conflicto con los malhechores para protegerse a sí mismas y a otros miembros vulnerables de la comunidad, por lo que a veces es moralmente incorrecto perdonar.