El último contribuyente de la Feria del Rey Enrique

Opiniones de los lectores

El último contribuyente en la Feria del Rey Enrique es una sátira humorística que presenta un elenco de personajes excéntricos, entre los que se incluyen agentes de Hacienda y artistas de feria, que participan en payasadas escandalosas. El protagonista, el Loco, aporta profundidad emocional, y el diálogo es siempre ingenioso y atractivo.

Implacablemente divertida, con personajes memorables, diálogos excepcionalmente ingeniosos, una trama atractiva con giros sorprendentes, un núcleo emocional bien desarrollado y muy entretenida.

Algunos lectores pueden encontrar el humor demasiado escandaloso o subido de tono, y la naturaleza caótica de la trama puede no gustar a quienes prefieren las narraciones directas.

(basado en 9 opiniones de lectores)

Título original:

The Last Taxpayer at King Henry's Faire

Contenido del libro:

The Last Known Taxpayer at King Henry's Faire es una novela negra satírica sobre dos agentes de Hacienda, Nix y Steiger, a los que se asigna un caso de hace diez años en el que el último contribuyente conocido ha muerto. Despreciados por su jefe, se preguntan si éste va a por ellos. Cuando se enteran de que el delincuente fiscal es una asociación común de feriantes bajo el nombre de «King Henry's Faire», están seguros de que sí.

La protagonista, Gwendolyn Nix, es dura, intolerante y abrasiva, excepto con su compañero, Steiger, y con el Loco, al que conoce en la King Henry's Faire. Nix y Steiger intentan determinar la identidad del contribuyente actual y por qué ha dejado de declarar y pagar impuestos, pero el Rey, alcohólico, obseso sexual y drogadicto, que ha asumido el control de la Feria y sostiene que goza de inmunidad soberana, poderes de indulto y el derecho divino de los reyes, les da largas.

Nix y Steiger resuelven un asesinato de hace diez años, ven cómo su jefe se ahoga en una cantera, desenmascaran una vil red de pornografía y cierran el caso de la Feria del Rey Enrique.

Si Helen DeWitt, Jonathan Lethem y David Sedaris estuvieran tomando copas, utilizarían este libro para equilibrar la mesa.