Puntuación:
Las reseñas destacan el libro de John Haught como una contribución significativa a la conversación entre evolución y teología. Los lectores aprecian su enfoque matizado para integrar las perspectivas científicas con las teológicas, basándose tanto en la obra de Darwin como en el pensamiento de Pierre Teilhard de Chardin. Sin embargo, algunas críticas se centran en la capitulación percibida ante las implicaciones de la evolución sin cuestionar adecuadamente el naturalismo darwiniano.
Ventajas:⬤ Un sólido marco teológico que aborda la evolución de manera significativa.
⬤ Se compromete profundamente con la obra de Darwin y ofrece conexiones perspicaces con la idea de Dios.
⬤ Fomenta la comprensión estratificada de la ciencia y la teología como complementarias.
⬤ Inspira a los lectores a repensar el sufrimiento y la muerte más allá de visiones simplistas.
⬤ Muchos lo consideran un recurso fundamental para integrar fe y ciencia.
⬤ Algunos capítulos se consideran demasiado repetitivos o largos.
⬤ Algunos lectores expresan su decepción por el alineamiento percibido de Haught con los puntos de vista darwinistas, argumentando que no desafía enérgicamente el naturalismo evolutivo.
⬤ Se critica que el libro es excesivamente filosófico y carece de llamadas concretas a la acción contra las interpretaciones materialistas de la evolución.
(basado en 16 opiniones de lectores)
Making Sense of Evolution: Darwin, God, and the Drama of Life
La evolución tiene sentido desde el punto de vista científico.
La cuestión es si también tiene sentido teológico. Los cristianos que consideran que la evolución es contraria a la fe a menudo lo hacen porque se centran únicamente en las cuestiones del diseño del mundo y la noción de la descendencia gradual de toda la vida a partir de un ancestro común.
Pero ese punto de vista pasa por alto la importancia de la dramática narración que se desarrolla bajo la superficie. Lo que es la evolución se ha vuelto más importante que lo que significa. Haught sugiere que, en lugar de contradecirse necesariamente, los teólogos y los científicos darwinistas comparten en realidad una apreciación del significado subyacente y del asombroso misterio de la evolución.
Haught aboga por considerar la evolución como un drama en curso y sugiere que no podemos -de hecho, no necesitamos- darle un sentido completo hasta que se haya desarrollado por completo. En última instancia, cuando se sitúa cuidadosamente dentro de una visión bíblica del mundo como abierto a un Dios que hace nuevas todas las cosas, la evolución tiene sentido científica y teológicamente.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)