El sendero número cuatro

Título original:

Trail Number Four

Contenido del libro:

Tras adquirir una gran parcela de tierra al oeste de Walsenburg, Colorado, los hermanos Demming Chance. Woody y Curtis descubrieron un antiguo enterramiento en el extremo noroeste de la misma. Sin saber a quién dirigirse para informar de ello, el hermano Woody viajó a Denver, donde le remitieron al profesor de arqueología Paul Dunhurst de la universidad. El profesor Dunhurst, a su vez, consultó a su amigo Charles Krigler, que era el actual arqueólogo del Estado, y solicitó su ayuda para explorar el yacimiento.

Mientras tanto, Chance había abatido un ciervo, un carnero y un alce que él y Curtis llevaron al Frigorífico de Pueble. Allí el empleado les habló de una familia mexicana pobre y hambrienta al norte de Pueblo que podía utilizar la piel de alce como alfombra en el suelo de su casa. Los condujo al lugar donde vivían Juan Diego y su familia. Juan tenía que caminar media milla hasta el río Arkansas para traer agua para su familia, así que acogieron a la familia Diego bajo su protección y, cuando llegó el invierno, trasladaron a Juan y a su familia a una cabaña bien construida de su propiedad. Más tarde los hermanos talaron árboles y Juan Diego les ayudó a construir una casa para su familia, así como cobertizos y corrales que construyeron para el ganado que pensaban comprar en un futuro próximo.

Durante este tiempo el Arqueólogo y el Profesor visitaron el sitio del entierro donde el Arqueólogo tomó fotos e hizo notas para entregar al Estado de Colorado. Solicitó un permiso para excavar una de las tumbas para obtener ADN y se lo denegaron porque el Estado de Colorado no permite excavaciones ni hace pruebas de ADN.

Sin embargo, Charles Krigler decidió visitar una zona de Texas donde se habían encontrado tumbas similares. En su investigación descubrió que las tumbas de la cordillera de Demming eran casi idénticas a las de Texas, y descubrió que se trataba de mojones datados entre los años 800 y 900 d. C., lo que los convertía en prehistóricos y, por tanto, no podían registrarse en el Estado de Colorado.